Desde mi interior
Por Carmen Martínez
Ese estado, esa sensación, esos momentos donde la paz reina
en nuestro interior, ¿puede somatizarse y cuantificarse?, ojalá que fuese tan
fácil, porque podríamos hacer un preparado, un elixir, un remedio mágico para
brindarlo al mundo entero, es que la paz interior de cada quien es distinta
como cada uno de nosotros lo somos, lo que da tranquilidad, calma, sosiego,
bienestar, armonía y felicidad a cada una de nuestras vidas y mundos interiores
es tan igual y diferente a la vez, como la vida que a cada uno de nosotros en
este mundo nos toca o tomamos la decisión de vivir.
Como cada quien afronta los avatares tormentosos del mal que
día a día afectan o vulneran su paz interior, es lo que importa, ¿Por qué desde
mi interior?, porque es allí donde cada uno de nosotros somos lo que somos,
donde podemos hacer la elección de lo que queremos ser y somos, donde el bien y
el mal habitan y solo se exteriorizará lo que decidamos que sea. En esa lucha
de valores y principios versus el mal que está en cada uno de nosotros, vivimos
día a día, sin importar lo que reine a nuestro alrededor, si a eso le sumamos
todas esas variables externas del mal, entonces sí que debemos estar bien
preparados, fortalecidos para no caer, no ceder ante la tentación de obrar mal,
que es definitivamente lo que daña nuestro estado de paz.
Desde mi interior, solo nos dice que debemos fomentar y
rescatar para nuestra sana convivencia en armonía con nosotros mismos, en
primer lugar querernos tal y como somos, porque somos la más perfecta creación
de Dios, hechos a su imagen y semejanza, desechar o combatir esos malos
sentimientos de odio, ira, rencor, envidia, maldad, que solo se anidan en
nuestros corazones y almas para oscurecer nuestras vidas, no dejemos que nadie
ni nada nos haga arcilla moldeable de sus propios males internos, esos son los
más peligrosos, porque nos hacen hacer lo que ellos quieren y no lo que uno
quiere. Tomemos nuestras mejores y buenas decisiones siempre, basadas en buscar
el bien y no el mal. No permitamos que nos roben nuestra luz, nuestra paz
interior.
Un caso reciente demuestra cómo el no estar en paz con su
propio mundo interior, cómo el albergar odios y rencores contra personas y la
vida misma por no poder lograr sus
sueños y anhelos, no solo robó la paz interior de 149 personas inocentes en los
pocos minutos de vida que le quedaban ante tal inminente y planificada muerte trágica,
sino que le robará la paz a sus familiares, amigos, vecinos, empresas,
instituciones y al mundo entero, que desde ahora tomaran muchas más medidas y
normas de seguridad contra inesperados invisibles, porque lo que se lleva en
una mente atormentada no se ve, solo se hace visible en los trágicos eventos
que planifican y ejecutan premeditadamente, su vida es la que menos cuenta. Tal
es el caso del copiloto Andreas Lubitz del avión siniestrado de Germanwings en
los Alpes franceses, sin dejar de mencionar a todos los terroristas que se han inmolado por su
causa durante toda la historia.
Un plan concebido, muchas fallas y errores y una oportunidad,
han sido la catálisis de una violencia en las alturas que terminó en un fuerte
impacto de alerta, todos y cada uno de nosotros por si solo o unidos somos
capaces de hacer tanto daño a otros, que son ciudadanos igual que uno, somos
capaces de romper la paz y la armonía, es por ello que la paz debe comenzar en
cada quien… desde su interior. Si el mundo interior de cada quien se vulnera se
vulnera la paz.
En la medida que las personas aprendan a vivir con sus
propias realidades, ya sea cambiándolas favorablemente o adaptándose a ellas;
porque conocemos que hay tantas personas en el mundo viviendo realidades que no
merecen, padeciendo catástrofes y necesidades inimaginables, con sus propias creencias, ideologías, credos y
culturas que en algunas veces pueden atentar contra ellos mismos, pero que aún y
a pesar de ello no albergan malos sentimientos hacia los otros, que buscan
ayudar a los demás en sus mismas condiciones, que con su ejemplo de vida
muestran al mundo que la vida es lo más importante que tenemos y que mejor que
vivirla en paz y en armonía, que luchan porque haya una sana convivencia, es la
humanidad la que debemos rescatar, respetar y preservar y solo lo lograremos si
transitamos todos juntos por UN CAMINO A LA PAZ, desde el interior de cada quien, la suma de la
paz de todos nuestros mundos interiores, será la paz global, la paz del mundo.
La paz de Dios y su amado hijo Jesús esté siempre con todos
nosotros, desde mi fe lo pido de corazón, respetando los credos y religiones de
cada quien, sumemos buenas oraciones, buenas intenciones, eso dice mucho del
mundo interior de cada quien… desde su interior…Desde mi interior
