EL PODER
Por Carmen Martínez
El poder enfermizo es como la cepa de un virus y/o una
bacteria encapsulada en la historia de la humanidad, que con el tiempo se
regenera, se hace autoinmune, se reinventa y cada vez se hace más perniciosa y
letal, esa capacidad, habilidad, condición o cualidad con acciones sobre otros
sean cosas y personas, está en todo, porque no hay nada que se haya conocido,
que exista o que aún no se haya explorado, investigado, creado, inventado,
innovado, donde los tentáculos de este mal no haya llegado o se esté incubando
y/o gestando, viene de la mano del ego, la idolatría, la avaricia, la soberbia,
ambición desmedida, la corrupción, las ansias de poder, la falta de ética, de moral,
de principios y valores entre ellos el respeto, la dignidad, la tolerancia, los
valores religiosos, estos últimos ambiguamente han sido usado de bandera para
hechos terribles y abominables.
El poder como enfermedad, como flagelo social, de alcance
global y viral en muchos casos, sobre todo actualmente, empieza sin ninguna
maldad, todos y cada uno de los individuos sean hombres o mujeres buscan ser y tener
todo lo que necesiten en sus vidas, lograr la felicidad a su manera, trabajan
por alcanzar sus sueños, proyectos y metas, lográndolos, cambiando con ello sus
expectativas de vida, la forma de ver las cosas, su estatus social, entre
otros, y a medida que esos cambios influyen en su vida y personalidad las cosas
cada vez son más exigentes. Una adicción a poseer, a lograr cada vez más los
invade, y es allí cuando el camino marca un desvío, el bien y el mal, lo legal
y lo ilícito, lo moral y la falta de ello o de ética, lo religioso o fanatismo;
si lo toman una vez, más adelante es difícil que se vuelvan a encauzar, pero
más fuerte es que sea tomado con la conciencia bien clara de lo mal que se está
obrando, del daño que causarán con ello.
Porque el que más tiene, mas quiere; la persona o los países
que poseen tierras ricas y diversos recursos
naturales o no renovables, con fuentes de energía que apoyan su autosuficiencia,
control, dominio y poderío, se creen poderosos, influyentes e imbatibles; el
que se considera más desarrollado tiene muchos subdesarrollados a su merced, el
que ve las oportunidades de arrastrar masas (proselitismo) para cualquiera de
sus causas sean buenas o malas, no las pierde; el que descubre o crea algo
novedoso que será utilizado por muchos, sabe que allí comienza su futuro;
a su vez, los que están a la caza y aprovechan
legal o ilegalmente lo que otros hacen, crean o investigan para otros fines en
especial los bélicos, buscan su propio beneficio o el de la causa de su
religión o ideología política; los que engañan o hacen que otros sigan sus
ideas, ideologías, doctrinas, no dejan de hacerlo o alimentarlos, entre muchos
otros, éstos son los que van creciendo en el poder, se hacen populares, reconocidos,
exitosos, famosos, líderes, invencibles, poderosos, solos o unidos con otros, lo que si no saben, es
que están enfermos de poder o transitando eses camino y que si no toman cartas
en el asunto, se hará crónica e incurable.
Existe una clase de poder que nace o se nutre de la venganza,
el odio, el rencor, la discriminación, la exclusión, el racismo, de la
debilidad de principios y valores de otros cuando el proselitismo está germinando
y extiende sus raíces y sombra, en la actualidad el mundo entero está siendo
vulnerado por esta clase de poder letal, que cada vez está ganando más adeptos,
ya no solo de su propia raza, credo y religión, se extiende a otros lugares, se
globaliza, se viraliza, el tiempo, espacio, información y medios los tienen a
su disposición y solo se ve cuando afecta, destroza, maltrata…vulnera, su
perniciosa gestación oculta o invisible solo se nota cuando deciden vulnerar la
paz, la armonía y la sana convivencia como venganza o movidos por un odio
eterno, los casos de terrorismo desde los más antiguos hasta los más recientes
ocurridos, liderados entre otros, por el autodenominado Estado Islámico más
conocido por sus siglas ISIS, Al Qaeda o cualquiera de las células terroristas yihadistas
islámicas.
Todos los que ostentan
el poder malsano, el poder o mal utilizado obran ya sea silenciosamente,
discretamente, diplomáticamente o como actualmente a vox populi, poniéndole
sello a su poder, dejando constancia de su autoría , porque así obra este mal,
esta enfermedad, sin importar que o quien se lleven en el camino, dañen o
vulneren y allí es donde se desvía del bien, donde la buena marcha de las cosas
se altera, se vulnera la convivencia y la paz de las personas, sociedades,
naciones, países, la naturaleza y el planeta, porque la honra, la dignidad, el
respeto de las personas, entidades, instituciones, países, naciones, la madre
naturaleza y el nuestro planeta se viola. Ya no solo es obra de una persona o de
un país, ya se unen personas y/o países en ello, alianzas para defender,
alianzas para dominar. Esto no es nada nuevo, vemos remake, es decir, con sello
actual de hechos tan terribles como estos en la historia, pero lo que ha
cambiado es que a medida que el mundo se desarrolla, el universo se
explora, la ciencia y las nuevas
tecnologías están al servicio del poder lo hacen más letal y controlador. Conflictos,
luchas por el poder, guerras, cruzadas, busquen en la historia y verán que
desde lo más remoto, el enfermizo poder y la avaricia, sea por la razón que
fuere, ha destruido, ha vulnerado, ha sido en muchos casos la causa de las
actuales.
Para que todos transitemos UN CAMINO A LA PAZ, se requiere
que esta enfermedad se trate, sea atendida e investigada como cualquier otro
síndrome, enfermedad crónica, incurable o rara, porque quien o quienes están
enfermos son personas, ciudadanos que viven, interactúan con otros en nuestras
hogares, instituciones, empresas, sociedades, comunidades, uniones, países y en
cualquier momento los afectarán, los vulneraran. Dicen que loro viejo no
aprende a hablar, yo les digo que debemos de tratar de cambiar eso, hay muchas
señales, hay mucha culpa, hay mucho desdén o dejar pasar las cosas que no nos
afectan hasta que si lo hacen, hay que sembrar conciencia en las personas,
proteger y observar más los comportamientos de nuestros niños y jóvenes que son
la arcilla modeladora de cambio para combatir este mal, solo garantizando
buenos ciudadanos con fuertes e invulnerables principios y valores ese camino torcido
de hoy podremos verlo enderezar, como cristiana y católica les digo que sigamos
la palabra de Dios y pongámosla en práctica en nuestras vidas, que nuestra
comunicación con los otros sea oral, escrita, pensada, o corporal esté cargada
de palabras, pensamientos, gestos y acciones que fomenten la paz, la armonía,
la sana convivencia sin importar de donde somos, que cultura, credo, religión,
ideologías tenemos, porque así somos, iguales y diferentes a la vez, eso nos
identifica.
No importa donde estén, desde su metro cuadrado de acción y
hasta donde su gran radio de alcance llegue, que su comunicación con otros esté
cargada de palabras, frases que hermanen, que nos ayuden a ser más solidarios,
a tener más empatía, como Dios nos dice respetémonos los unos a los otros, si
es así, estarás transitando UN CAMINO A LA PAZ. No dejes de soñar, de perseguir
tus sueños, anhelos y proyectos, persevera y lógralos paso a paso, que alcances
lo que merece el fruto de tu esfuerzo y tesón, satisfacción personal, profesional,
espiritual, éxito, beneficios económicos y sociales ¿Por qué no?, pero no te
enfermes de poder, de este poder enfermizo que al primero que vulnerará será a ti,
a tus seres queridos, a tu entorno y a todos los que toques en el camino.
Desde mi fe, y siendo respetuosa con la religión, credos o
culturas de los demás, de nuestras diferencias, Dios nos bendiga y guarde a
todos del poder enfermizo y de que obremos mal.
