¿QUE MÁS SE VA A RACIONAR?
Por Carmen Martínez
HE recordado mucho a la señora Ángela, una querida vecina que
desde hace mucho goza de su remanso de paz, creo que moriría otra vez en estos tiempos; cuando algo
sucedía que se desviaba de lo normal por el innegable desarrollo de los tiempos
y del mundo, fuere para bien o para mal, ella se ponía sus manos en la cabeza y decía “¡esto
es acabo de mundo!, no pensé que mis ojos verían esto”, creo que todos los
venezolanos a los cuales realmente le duele su querida Venezuela, deben estar
poniéndose no solo sus manos en la cabeza sino en el corazón, que se le rompe
con cada cosa nueva que tiene que lidiar, mucho más cuando ve que los cambios
son negativos, nada alentadores, nuestro país marcha actualmente en retroceso
total.
En las tres partes que hasta ahora he publicado de esta serie
titulada LA CULTURA DE LAS COLAS, he nombrado cada uno de los racionamientos
que hasta ahora una gran parte de los venezolanos padecen, porque algunos
venezolanos son exceptuados, tienen esa bendición por las razones que solo
saben los que imponen las medidas de racionamiento, mientras mis ojos no vean a
todos los líderes y personas que nos representan haciendo colas, viviendo y
padeciendo los sinsabores de esta “crisis humanitaria”, no puedo generalizar “
a todos los venezolanos”.
Los últimos racionamientos por medidas expresas del
Ejecutivo, han sido los racionamientos eléctricos de 4 horas diarias, decretados
por la crisis energética, sin contar que hay regiones de Venezuela que desde
hace rato tienen racionamientos mayores que esos, sin contar que pueden llegar
a ser muchas más horas las que se puedan establecer, esto mientras dure la
emergencia en la represa hidroeléctrica del Guri, antes conocida como Raúl
Leoni, ahora Simón Bolívar y comience en forma el periodo de lluvias en este mes
de mayo; y los racionamientos de agua, que aunque solo notifican que son
problemas causados por los cambios climáticos y al fenómeno del niño, tienen
mucho que ver con el escaso mantenimiento e inversiones en general que se han
realizado en las últimas décadas. Hay venezolanos que padecen racionamientos de
días, semanas y meses, se ha encarecido geométricamente el suministro de agua
potable por cisternas, pipas y por botellones; la escasez trae consigo la
activación del flagelo de la corrupción, aumentan los costos de adquisición.
Ahora, otros racionamientos se unen, son decretados y
anunciados por el propio presidente de Venezuela, ante la emergencia que se
vive y que tiene muchos años de síntomas visibles, en pro del ayudar a la
crisis energética, a los racionamientos eléctricos, mientras dure la emergencia
o mientras se puedan solucionar y no paliar los problemas, ahora dos días a la
semana (miércoles y jueves) los empleados públicos no laboraran, sin contar que
ya había destinado anteriormente el día viernes para ello y un día para las
instituciones educativas (día viernes), sin contar que ya por causa de los
racionamientos eléctricos que igual sufren estas instituciones, los estudiantes
se van antes de tiempo, no cumplen su horario normal (alimentos, agua y
electricidad). Es decir que ahora tenemos racionamientos de horas laborables o
de trabajo y racionamientos de horas de estudios o de aprendizaje. Medida que
no disminuye para nada el consumo eléctrico, porque cada uno de estos empleados
y alumnos, estarán igualmente en sus viviendas consumiendo energía eléctrica,
con solo 4 horas diarias de racionamiento, según su ruta o bloque.
Cabe mencionar que para el 7 de mayo de 2016 entra en
vigencia una reducción de jornada de trabajo de 44 a 40 horas semanales (
8horas de lunes a viernes), con dos días continuos de descanso (horario
extraordinario) con inamovilidad laboral.
Racionamiento de trabajo de horas laborables y que de seguro traerán otros
racionamientos, más peligrosos o nocivos para nuestra economía, porque debemos
preguntarnos ¿están los empresarios en disposición ante esta crisis económica
que vive el país de afrontar estos cambios y costos?, se mantendrán estas
empresas o cerraran sus puertas. No vale de nada la inmovilidad sino hay empresas
o industrias.
Esta crisis energética, sigue causando y causará
racionamientos mayores ya que con el hecho de racionar energía a los centros
comerciales, malles y cualquier otro negocio de entretenimiento, de servicios y
quizás de producción, ya muchos han dicho que tendrán que cerrar sus puertas y
negocios, y con ellos, muchos empleados quedaran sin su trabajo, sus sueldos,
el sustento de sus familiares, ¿racionamiento de empleos?, esto sí que
aumentará la crisis humanitaria, pondría la guinda a la torta, ya no alcanza el
sueldo básico, ni cualquier aumento que le den ya sea por el día del trabajador
o por cualquier cambio en los contratos de trabajo, que pasará si este
escenario se suma, empresas cerradas, empleados sin trabajos. Dios nos libre y
guarde.
Algo que no se ha dicho pero que es pionero en esto de los racionamientos
son los contratos colectivos de trabajo, que antes se venían dando con su
periodicidad y en cierta forma cubrían las necesidades reales de los empleados,
su dignificación laboral y personal. Cuantas luchas y gestiones ganadas en pro
de mejoras salariales y beneficios para
todos los empleados y obreros y sus familiares,
ahora también racionados, escasos, muy limitados o inexistentes.
Solo puedo decir que si la salida a esta situación tiene que
ver con el trabajo y la educación, enrumbar el desarrollo de nuestro país con
la fuerza de hombres y mujeres, produciendo, investigando, creando, innovando,
entonces estamos vulnerando nuestro futuro, hace tres años en este mismo blog,
con fecha 3marzo2013, publiqué un relato titulado UN PROGRESO A OSCURAS,
expresando mi máxima preocupación por lo que estábamos viviendo, por lo que
estábamos padeciendo en ese entonces, que no era más que el momento en que este
mal se estaba convirtiendo en crónico, señores la crisis energética venezolana
ya era critica en el año 2008, es decir, que ya son 8 años de crisis energética
no atendida, no solucionada, y por ello, todo lo que estamos padeciendo era
algo que se veía venir. Y lo estamos viviendo, se oscurece el presente que
podemos esperar del futuro.
Debemos trabajar para iluminarlo todos los venezolanos. Que
las medidas que se adopten sean para mejorar y curar esta enfermedad que sufre
el Sistema Eléctrico Nacional venezolano, no con medidas cortoplacistas que
como dije en ese entonces solo funcionan como una “bandita” o “curita” colocada
sobre él. Porque lamentablemente este mal se ha convertido también en otra
causal de la escasez y desabastecimiento en nuestro país, su crisis y
emergencia se toma de bandera y razón para otros activar otros racionamientos
de esta CULTURA DE LAS COLAS.
Me pongo las manos en la cabeza como la señora Ángela y en el
corazón como todos los venezolanos, porque de seguir esto así, ni que caigan
todas las lluvias que pide el presidente de Venezuela, sobre las represas,
entre ellas la represa hidroeléctrica del Guri, la crisis energética se
solucionará, debido tanta desinversión, tantas infraestructuras a medio
terminar o que no están en funcionamiento como fueron proyectadas, a tanta fuga
de personal calificado y valioso.
Como siempre pongo en manos de Dios todo y a todos, que las
lecciones y aprendizajes de todo esto nos permitan aunque sea a la fuerza
apreciar lo que teníamos, valorar lo que aún tenemos que es mucho, la vida, la
familia, nuestro país, por quien seguir
luchando, seguir viviendo, seguir creciendo. Ya conocemos algo importante en
este peregrinar, nuestras debilidades y nuestras fortalezas, conocemos las
amenazas, todo aquello que ha vulnerado
nuestras vidas, nuestro país en general, solo faltan buscar las nuevas oportunidades,
rescatar las viejas que funcionaban exitosamente con eficiencia y eficacia
comprobadas, con objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo, ya sea para
FODA personal, para FODA empresarial o
de negocios, o para un FODA país, todos estamos comprometidos y todos somos
necesarios para lograrlos. Venezuela nos requiere.
Para muestra un botón, cuando estaba terminando este relato,
nos quedamos sin electricidad en la calle, tuve que esperar que regresara como
decimos los venezolanos “la luz”, no sabemos ya, si es por racionamiento o por
daños, la razón es que están cayendo las primeras lluvias a causa de un sistema de vaguadas provenientes
del norte del planeta y la actividad de la zona de convergencia intertropical, aunado
a los racionamientos de 4 horas estipulados, con la caída de estas lluvias
acompañadas de fuertes vientos y se esperan también con tormentas eléctricas,
se suman otros cortes inesperados debidos a los daños que le causan al cableado
y a viejos equipos residenciales (transformadores eléctricos). ¿Qué pasará
cuando las lluvias sean continuas?.
Que Dios y su amado hijo Jesús bendigan y guarden a nuestra querida Venezuela y a todos los
venezolanos donde quiera que estemos, a aquellos que han tenido que emigrar en
busca de mejoras profesionales y económicas, a todos aquellos que ya llevan
varios años haciendo colas, teniendo una lista que va en aumento de cosas que han
desaparecido, que están escasas o que se racionan. Que están en esto de LA
CULTURA DE LAS COLAS, porque ya en la historia de nuestro país, esto sucede y
acontece.