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| Foto tomada del internet, parece increíble... se verá o no. |
Por Carmen Martínez
Recientemente he escuchado que estamos escasamente a una década
de que esto pueda suceder, la colonización del planeta Marte por humanos,
muchos fueron los que se propusieron, pero pocos son los elegidos, me imagino
que rigurosos deben ser los patrones de selección, hasta ahora serán 100
personas: 50 hombres, 50 mujeres, ya se tiene el proyecto de las unidades de
vida donde vivirán, de cómo vivirán, como se alimentaran, llevaran consigo lo
que necesiten mientras se establezcan, más allá de lo material tendrán que
llevarse los conocimientos, competencias y fortaleza necesaria para tamaña
aventura, amén de una maleta que se lleva en el corazón muy ligera pero muy
importante con sentimientos, valores, principios y mucha fe, porque es un viaje
sin retorno, con un pasaje solo de ida, atrás se queda su vida en la tierra.
Solo el hecho de que el viaje dura unos 7 u 8 meses, según le
escuché a uno de los españoles que estaba siendo entrevistado en la televisión
española, ya es algo increíble, yo a veces creo ser audaz, pero esto me deja no
en pañales, me deja en los cromosomas XX, a veces cuando nuestros seres
queridos y amigos se van de viaje o se van a vivir a otras partes del mundo y
pasan muchos años sin que nos podamos ver, nos tranquiliza el que de una forma
u otra podemos visitarnos, hablarnos por cualquier medio disponible de
comunicación. Me pregunto cómo será para todos los familiares y amigos de estas
personas elegidas. Una despedida seguramente muy emotiva y el mejor deseo de
que todo les vaya muy bien. ¿Habrá algún tipo de comunicación con la Tierra?, no
lo sé, pero seguro que también estarán trabajando en ello.
Y es que aunque estén vivos podría ser como una despedida,
como cuando se pierden seres queridos, cuando algún monje o monja decide servir
a Dios en oración enclaustrado, los cuales nunca más podrán verlos físicamente.
Pero yo me pregunto ¿Cómo será para estos elegidos el desprendimiento?, que
sentimientos los embargaran antes, durante y después. Solo creo que en este
tiempo que queda de entrenamiento y preparación, tanto los elegidos como sus
seres queridos también deberán compartir mucho hasta que se desgasten, porque
una vez que se vayan ya no lo podrán hacer.
Y voy más allá del entrenamiento, de la llegada y
permanencia, de cómo serán esas nuevas vidas que se procreen en Marte, según
explicó uno de los españoles que está entre los 100 posibles elegidos, solo
podrán procrear después de 1 año de su llegada. Y me pregunto, ¿habrá bebes a
la carta en marte?, que condiciones genéticas mejoraran para resistir su vida
allá, otro cuestionamiento que me hago es el hecho de que los astronautas
sufren problemas en sus huesos por los viajes espaciales, ¿qué pasará con estas
personas elegidas o con las nuevas generaciones en Marte?, ¿será una condición
a mejorar genéticamente?
Sin importar mis cuestionamientos, dudas y expectativas sobre
esto, lo único que puedo desear es que todo esto si ha de ser se haga con bien,
alguien muy cercano me dijo si esto no será un experimento y es que la vida
misma es un experimento, lleno de aciertos y errores, de ensayos y resultados.
Desde mi fe, como cristiana católica que soy, solo pido a
Dios que si esto ha de ser posible que los lleve con bien a marte, porque serán
hijos de Él donde quiera que estén, en la Tierra o en el planeta rojo: Marte.
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