COSAS
DE ANTES. Parte 8
Por
Carmen Martínez
En días atrás vi un programa
en la televisora Caracol, en vivo desde Cali Colombia, sobre el rescate del
envío de cartas a nivel nacional e internacional, y para ello, estaban
regalando estampillas de correo a todo el que quisiera enviar cartas a
familiares o amigos donde quiera que estuviesen. Eso definitivamente hizo que
tomara en cuenta este tema para mi serie de relatos COSAS DE ANTES, porque yo
recuerdo cuando niña, que a mis padres les enviaban cartas ya sea llevadas por
el cartero o a través de personas que venían a Cabimas y se las traían como una
encomienda no traían sellos postales o estampillas, era la forma como se
lograban comunicar con sus familiares que vivían en otros estados… Cuando comencé
la universidad conocí a una compañera de estudios hoy gran amiga y colega Xiomara
Pino, que tenía muchos amigos que los conoció por cartas tanto en Venezuela con
fuera del país. Durante la carrera y más vi como usaba este medio para estar
siempre en contacto con ellos. Fui con ella a visitar como a 4 de ellos en
Mérida y Caracas. Recuerdo que tenía un amigo llamado Eduardo en México, hoy
ellos son grandes y viejos amigos, se mantienen comunicados por email, whats app
y telefonía móvil o fija, han intercambiado visitas con sus propias familias
formadas, esto me parece muy bonito, porque a pesar de que las cartas se
tardaban en llegar mi amiga siempre tomaba tiempo para escribirlas, enviarlas
por La Oficina de Correos año tras año, no sé realmente el tiempo que estuvo haciéndolo
ni en qué tiempo dejó de enviarlas, pero es una digna representante de las personas
que usaron este medio de comunicación.
Así fue que este relato
empezó a tener forma, cuando elegí como protagonistas de COSAS DE ANTES, a LOS
TELEGRAMAS, LAS CARTAS, LAS TARJETAS DE PESAME Y LAS TARJETAS DE NAVIDAD, que
se fueron quedando cada una en el tiempo, algunas son verdaderas estampas del
pasado, creo que las personas contemporáneas conmigo llegaron a conocer los
primeros. Todavía se envían cartas o documentos por correo, que se requieran en
físico además de electrónico.
Solo por hacer un poco de
historia desde 1856 comenzó el telégrafo en Venezuela. Se promulgó la Ley de
Telégrafos y Teléfonos Federales en 1918 y en 1926 fue el inicio de la
telegrafía inalámbrica. Para aquellos que no lo saben, en especial las nuevas
generaciones que disfrutan de la mejor tecnología disponible en el mundo,
Venezuela como muchos países se conectaron en su totalidad por el cableado especial
para telegrafía colocado en sobre postes de madera, el cual había que cuidarlo
mucho, porque los dueños de lo ajeno se lo robaban. A través de él viajaba el
mensaje luego que salía del aparatico o maquinita morse o telégrafo. Como soy
del occidente del país les traigo la red occidental de telegrafía que iba desde
Barquisimeto-Siquisique-BARAGUA-Carora-Churuguara- Coro-La Vela-Sabaneta en
Falcón. En Cabimas y Maracaibo, entre otros pueblos o ciudades del Zulia
también hubo telégrafos. Desde el año
1856 hasta finales de la década de los 60 o a principios de los 70, funcionó
como tal el telégrafo utilizado por muchos, ya que era la forma más rápida de
comunicarse cuando no había teléfono, ni fax, funcionaba las 24 horas por lo que se trabajaba
2 turnos, los telegrafistas debían estudiar o tener conocimientos en el manejo
del telégrafo y enviar los textos codificados en clave morse a través de
señales eléctricas. Según Crónicas Cabimas/Zulia, son recordados en Cabimas los
telegrafistas Rafael Ruperto Ferrer, Salomón Pernalete, Marcos Salcedo, Pedro
Arocha y Nelson Maduro. Así mismo, según me contaron el Pariente León Piña e
Ignacito Bello, en Capatárida/Falcón son recordados los telegrafistas Gregorio Muñoz, Hilarión Laguna, Rafael
Ortega, Dámaso Guerere, Douglas Piña, Luis Gonzaga. Me dijo Ignacio que luego que
los mensaje por clave morse terminaron se hicieron con el del “pitico” es decir
por señal de radio. En Cabimas si enviabas un telegrama urgente de 20 palabras
costaba 2.50 Bs y si era ordinario 3.00 Bs, en Capatárida el urgente 2.50 Bs. y
el ordinario 2.00Bs. Cuenta el Pariente león piña que él enviaba y recibía LOS TELEGRAMAS
de Cabimas, Santa Bárbara y Maracaibo. Mi padre también los recibió,
generalmente de la ciudad de Coro.
Las Oficinas de Correos de
antes hoy Instituto Postal Telegráfico IPOSTEL, las había en cada ciudad, yo
muy poco utilicé este servicio, recuerdo que a la única persona que le he
enviado CARTAS en mi vida fue a mi querida amiga María Leni Crispín, luego que
ella se fuera a su tierra natal Brasil, como 2 o 3 cartas envié entre los años 1985 y 1987 igualmente recibí
las de ella como respuesta. Después perdí su contacto, hasta que la maravilla
del correo electrónico apareció, bendito sea el progreso que me permitió volver
a saber de ella. Nuestra escritura a mano se ha perdido con el correo
electrónico, no me quejo, definitivamente yo que escribo relatos, doy gracias a
Dios que no tengo que hacer manuscritos como se hacía anteriormente, siempre
digo que sería de los escritores de otras épocas si hubieran tenido el
procesador de palabras de hoy, muchos más libros seguro nos hubieran legado y
el correo electrónico para sus editores y publicistas… COSAS DE ANTES
Cuantos de ustedes se
comunicaron a través de LAS CARTAS, en que momento dejaron de enviarlas, en ese
momento podemos decir que esa comunicación muy utilizada por muchos dejó de ser
utilizada o ya fue menor su uso, había de todo para escribirlas, las hojas de
todos los colores, hasta perfumadas y con figuras, los sobres, las estampillas
fueron y todavía hoy son valiosas para coleccionistas, el valor que tienen las
más antiguas estampillas es increíble, Los novios de antes utilizaban mucho
esta comunicación también, formaban parte junto con las flores del romanticismo
que se ha perdido, han sido LAS CARTAS motivo de películas y best sellers, por eso les digo son COSAS DE ANTES
Las TARJETAS DE PÉSAME eran
enviadas por familiares y amigos cuando una persona moría y no podían asistir a
su velorio y sepelio, mis abuelos y padres recibieron de estas tarjetas, me
imagino que sus antepasados mucho más, su uso quedó desvanecido en el tiempo,
creo que hasta la generación de mis padres. Eran otros tiempos y más rápido
llegaban las TARJETAS DE PÉSAME, que las personas, muchas veces el viaje duraba
casi una semana, sin embargo, las personas venían casi siempre a acompañarlos
en la “última noche” es decir a los 9 días. Ahora hay de todo un sistema de carreteras,
de transporte terrestre y aéreo y vemos como muchas personas no pueden acompañar
a sus seres queridos o amigos, ni en persona ni con una nota porque hoy LAS
TARJETAS DE PÉSAME no se estilan, sigo diciendo son COSAS DE ANTES.
LAS TARJETAS DE NAVIDAD,
tienen un lugar preferencial en mis recuerdos de las navidades pasadas, de las
navidades que disfruté junto a mi mamá, mi papá y todos mis hermanos y el resto
de mi familia, realmente no sé qué pasó, pero recuerdo que en mi casa comprábamos
tarjetas para darle a toda la familia y los amigos, igual cantidad de tarjetas
venían a nosotros, que bonita época, las había de todos las formas y precios
también, las ultimas que recuerdo las pintaban niños y personas discapacitadas
que no tenían brazos y pintaban con la boca y los pies. Cuando en casa sacábamos
las cosas de navidad para adornar la casa, lo primero que hacíamos era leer
cada una de las tarjetas de años anteriores y con ellas también adornábamos
puertas y cestas. También año tras año había más cosas que guardar o para
desechar, pero lo que se sentía quedaba guardado en el recuerdo de todos tanto para
el que la daba como para el que la recibía, yo aún mantengo mis tarjetas navideñas
de antes, están con esas veladuras sepia que el tiempo le da hasta al más
vistoso color. Solo en mi casa, en mi familia el recuerdo de una frase siempre
nos vendrá y nos hará sonreír o reír a carcajadas cuando nos acordamos que recibíamos TARJETAS DE NAVIDAD… ¿Con que Willy no? SON COSA DE ANTES definitivamente.
Ahora un simple mensaje de texto por el móvil o celular, o por un e-mail,
deseando una Feliz Navidad Y un Próspero Año Nuevo es suficiente y sustituye a
estas hermosas TARJETAS DE NAVIDAD de ayer.
Los tiempos cambian
inexorablemente y nosotros con él, todo esto es factible y natural que suceda,
porque lo más novedoso que hay hoy para estas nuevas generaciones también
mañana serán COSAS DE ANTES, alguien de seguro lo relatará dentro de 40, 50
años o más como yo lo estoy haciendo hoy.
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