ESTA ERA MAMÁ
Por Carmen Martínez
Hace 2 años y medio que estábamos todas juntas y de repente sin que ninguna nos diéramos cuenta te fuiste, sin despedirte, primero a refugiarte en tu interior, no sé si fue Dios o ese amor sublime de madre que no quiere causarle dolor a sus hijos...días después te dejamos en ese lugar que tu querías junto a Jorge, a ese lugar donde solo tu cuerpo podía quedar porque es ley de vida, polvo eres y al polvo volverás, así fue mamá que mientras te despedíamos aquí en la tierra, tu espíritu se elevaba a unas alturas que solo se puede llegar cuando se tiene una vida como la tuya, una fe como la tuya en un Dios que promete un cielo donde puedes estar en gracia y vivir en paz, libre de cansancios, dolores y malestares ... Y como sé que eso es así hoy quiero decirte mamá que estoy muy contenta por ti... tus recuerdos solo alegran la existencia de todos nosotros... no creas que siempre una lágrima brota, pero es que tus ocurrencias eran tales que inmediatamente comenzamos a reír y a reír...esa eres tu mamá, la que siempre nos hacía reír, la que siempre nos hace reír aunque no estés, la que siempre nos hace ver que estamos haciendo algo mal, aunque no escuchemos tus regaños o tus consejos.
Solo quiero sacar dentro de mi mente un momento, esos recuerdos tan bonitos y plasmarlos en cortas líneas, sé que muchos que te conocieron si leen este relato te recordaran por ello y si no tuvieron ese privilegio, entonces quiero presentarles otra faceta de mi querida madre...esta era mamá, una mujer sencilla, que estudió en la escuela de la vida mientras era esposa y madre, además de hija, hermana, prima, amiga, vecina... como cualquier otra... solo trabajaba en la casa y es que no tenía tiempo para más nada.... 7 hijos vivos... que supieron enseñarle mientras iban viniendo uno por uno a cuidarlos, porque el amor lo tenía desde el mismo principio que se casó y quiso formar su propia familia junto a mi padre.
Y es de allí de donde vienen esos recuerdos, de cuando estábamos todos juntos o casi todos juntos porque Jorge se quedó a medio camino, en una estación de la vida donde solo él se tenía que quedar.
Y es que por tu forma de ser tan peculiar no podíamos hacer nada, nos reíamos a carcajadas, cuando por ejemplo te comías un limón, una naranja, una piña o cualquier fruta muy ácida... tu cara se transfiguraba y arrugabas uno de tus ojitos grandes, esos ojitos que todos heredamos... Y lo que seguía era una broma que solo nosotros lo sabemos en especial mis hermanos Jorge, Miguel, Edixon y Franklin... solo ellos eran capaces de decirte eso... Mi madre era feliz, aunque le daba rabia que nos burláramos de como hacía eso y empezábamos a mofarla, era una burla o mofa de cariño, era parte de nuestro secreto de ser feliz con ella, no era malo, ni irrespetuoso.
Y si era de decir palabras mal dichas o a su manera, mamá era especial... una vez estábamos viendo todos en la televisión una película ambientada en los años 60 o 70, cuando en casa solo había un televisor y hasta nos tumbábamos algunos en el piso a verlo, ya no recuerdo pero en la película había un hermoso carro descapotable... un convertible y de repente mi madre dijo "que hermoso carro comestible"... bueno que les puedo decir toditos empezamos a reír mientras le decíamos ""convertible mamá"..."convertible mamá"... en ese momento nació una frase que mi madre y todos nosotros adoptamos y recordaremos siempre... "bueno... pero me entendieron no?", muchas palabras como esa fueron dichas desde entonces... al final de sus días también y sabíamos que mi madre al final siempre diría "Bueno... pero me entendieron no?"... ahora cualquier de nosotros cuando a alguien se le sale una palabra mal dicha... automáticamente decimos como mamá diría...."....
Y en casa siempre éramos 10 a la hora de comer... desayunar, almorzar o cenar... mamá no tenía horarios... podíamos desayunar tarde en la mañana como solo tomarnos un café con leche y un pan dulce... pero el almuerzo era seco y sopa... y es justamente con la sopa de mamá que tenemos una anécdota... los domingos mamá solo hacía sopa de gallina que ella misma mataba y desplumaba, de verdad que esto si lo extrañamos... ya esa tradición la hemos dejado de hacer con esa regularidad... alguna que otra vez... solo el hecho de hacerla es motivo para que todos te recordemos mamá... bueno a lo que iba... un domingo cerca del medio día un amigo de mi hermano Edixon a quien siempre llamamos Negro, llamado William, muy echador de broma, desde la acera, desde el otro lado de la cerca... gritaba... "María aquí vengo yo... echale una taza de agua a la sopa pa´ que te rinda"... mi madre siempre hacía un olla grande de sopa, pero cada vez que alguien llegaba de imprevisto a la hora del almuerzo... todos nosotros le decíamos entre risas y carcajadas... "Mamá echale una taza de agua a la sopa" como dice William... Mamá era una persona que nos enseñó a dar... nunca en vida de ella alguien podía llegar a visitarnos y ella estar repartiendo comida y no sentarlo a la mesa... ella prefería darle su comida... Se molestaba de sobremanera conmigo cuando yo preguntaba si querían almorzar, si querían un café, si querían un dulce... mamá me decía "querer no es dar"...!tráigaselo!, !sírvaselo!... yo lo hacía muchas veces por si alguien ya venía almorzado... o no toma café... o no le gustaba ese dulce y podíamos hacerlo pasar un mal momento... pero delante de ella si lo hacía su frase "querer no es dar" era automática...esa era mamá. Todavía sigo haciéndolo igual y en mi mente las palabras de mi madre vienen y me dicen "querer no es dar.......". Mi amigo y colega Carlos Miquilena me recordó algo que debo justamente incluir acá y es que los días que alguno de nosotros estudiaba en casa junto con sus respectivos amigos y compañeros de estudio, ese día mamá hacía comida para todos fueran 2, 3, 4 o pare de contar... el me recordó ese trato bondadoso y cariñoso de mis padres y mis hermanos cuando ellos venían a estudiar conmigo... le dije que lo mismo sucedía cuando íbamos a su casa y a las casas de otros compañeros de estudio... esa era mamá según mi amigo Carlos y yo lo corroboro.
Y es que mi madre se acostumbró a servirnos a la hora de repartir la comida lo que nos gustaba a cada quien... si hacía la sopa de espinazo chivo con cabeza y todo... la cabeza era de papá, así a nosotros nos gustara también en eso no había cambio alguno... mamá decía que era de papá... todos almorzábamos y mi padre dejaba la cabeza para el final, me daba a mí la lengua y todos esperábamos a que repartiera los sesos... yo sé que muchos o seguro que todos ustedes esto no lo comen... pero mis padres muy falconianos nos enseñaron a comerlo desde niños y era y es una delicia para nosotros... ahora la cabeza se la come mi hermano Miguel o el primero que llegue... pero el compromiso es que debe repartir los sesos como hacía papá... lo que siempre me llamó la atención era como algo tan pequeño como los sesos de un chivo alcanzara para que todos los 10 lo probáramos... esa era mamá y ese era papá también.. Y si era el pollo ese era otro cuento... otra repartición... los muslos, la pechuga, las alas, los hígados, las mollejitas o chaguacas, el corazón y el pescuezo tenían su propio dueño... todavía hoy que ni mamá ni papá están... seguimos sirviendo igual... costumbres de mamá... esa era mamá... seguro que ustedes tienen historias parecidas con su madre o quizás tan diferentes... es que ellas son únicas.
Y si de cosas que otras personas decían y ella las adoptó con mucho humor siempre nombrando a la persona que las decía... de una forma u otra no cometía plagio con ello... frases como "! Oh, cualquiera lo destiñe!... que la decía un novio que tuve... o una de doble sentido que decía mi tía Carmen la de mi tío Chúa... " acaso que porque se lo ven al burro cabezón creen que es corneta"... esta última expresión o frase la decía justo cuando alguno de nosotros se pasaba de tanto exigir o pedir algo, generalmente la misma cosa y la cansábamos... bastaba ello para que este expresión saliera... mamá no era grosera.. yo siempre he dicho algunas cuantas y ella me reprendía todo el tiempo... "yo no los enseñé a decir grosería o vulgaridades", "jamás me escucharon decirlas", "así que no las digan"... frases como esas, aun hoy cualquiera de nosotros se recuerda y hasta las decimos a coro... todos a la vez... Hay una frase que tiene una historia más larga.. pero todos hasta los nietos se la saben y es factible que hasta de saludo la digamos... "¿Con que Willi no?"...
Y sé que hay más... pero solo quiero decirle a mi querida madre que sigo pidiendo a Dios porque siga así en su remanso de gracia y paz... y de seguro que este segundo domingo de mayo, cuando se celebra el día de las madres, algo de esto seguro que saldrá con mucho cariño... seguimos reuniéndonos los hermanos con sus familias, los que podemos estar.. igual que hacíamos cuando tú estabas mamá...cuando tú, mis hermanas, cuñadas y sobrinas y yo nos sentábamos a conversar, a jugar dominó o cartas, tomarnos unas cervecitas mientras mis hermanos y cuñados eran los que cocinaban y preparaban todo, ese día no trabajaban ninguna de las mujeres madres... fuera una parrillada, una sopa que no faltaba u otra comelona... aunque tú no eras muy dada a los bochinches como tu decías... pero siempre estabas allí... y seguro que desde arriba estarás allí viéndonos este domingo.
Y esa era mamá... mas historias seguiré contando de ella... porque como la todos... la vida de mamá estaba compuesta de muchas historias, de muchos relatos...
Feliz día de las madres mamá, feliz día a todas las madres de mi familia y amistades...vivas y ausentes... porque en mis recuerdos siempre estarán... aprovecho en este relato de felicitar a todas las madres de Venezuela y del mundo entero..
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Mi madre y mi padre... que afortunada fui de tenerlos y disfrutarlos |
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