CARTA PARA MAMÁ

Querida mamá:

Bendición, hoy caigo en cuenta que nunca te escribí una carta, ni cuando estuve fuera tanto tiempo trabajando por otros estados de nuestra geografía nacional, será porque ahora yo estoy en casa y tú eres la que está lejos viajando y viviendo por lares tan lejanos, mira las vueltas que da la vida.

Pero también veo que no sé cómo enviártela, ese hermoso lugar es tan grande y no tenemos un buzón especial, así que tendré que buscar al experto en eso para que te la haga llegar, uno que lleva “mensaje a García” donde quiera que él esté o se encuentre, se la encomendaré a él, no importa cuando la recibas, me daré por bien servida.

Hoy es un día que siempre recordaremos todos nosotros en la familia, hace 3 años en esta fecha partiste sin equipaje, solo con la muda que llevabas puesta, no sé qué pasa con ustedes pero en este año 2013, dos de tus hermanos menores decidieron hacer lo mismo, no me digas que ustedes están allá muy solos extrañando lo que dejaron y Dios ha querido recompensarlos alegrándoles un poco su existencia celestial, porque si es así, solo comprendería que nuestra tristeza tiene un hermoso significado.

Te digo una cosa mamá, en estos 3 años tú y papá compiten por quien está más en los recuerdos, por ver a quien se le extraña más, ya van a ser 4 años que papá se fue y tú te fuiste detrás de él… como siempre, como cuando estaban aquí…las cosas no cambian ni cuando no están… no saben que lo increíble de todo es que ese amor bonito que les brindamos a los dos por ser esos padres maravillosos que Dios y la vida nos regalaron, es también eterno durará hasta que nos volvamos a encontrar allá y mucho más… a los dos los extrañamos y recordamos por igual.

Sabes mamá a veces creo que les hablo más en la ausencia que en la presencia, pero sin palabras, ni siquiera te puedo explicar eso, increíble que eso me suceda a mí… que me quede sin palabras sea oral y escrita… tenías razón en lo que haríamos cuando te fueras… que te íbamos a dejar tranquila en esa casita que tenías reservada y donde reposarían los restos de tu cuerpo mortal, porque espero que ese descanso que Dios te ha concedido en ese spa celestial, lo aproveches al máximo, te lo mereces, por todos esos 365 días al año en todos los años que estuviste a nuestro lado queriéndonos con ese amor sublime, cuidándonos, apoyándonos sin descanso, como dicen por ahí “ni harta ni limpia” siempre estabas.

No te preocupes por nosotros… como tu decías siempre hay que decir que estamos bien para no ofender a Dios, nuevos retoños le han salido a la familia y viejas ramas se han secado… dile a Diosito que nos cuide y bendiga a todos, en especial a los hermanitos y hermanitas que les quedan acá tanto a ti como a papá, porque nos estamos quedando sin los viejos, se están yendo uno detrás del otro,  sé que es ley de vida, pero con la partida este año de mi tío Ismael hace 3 meses y ayer de mi tío Chúa, estamos muy triste con el corazón arrugado… Será posible que estés con la tía Zoila, el día que le puedan dar esa dolorosa noticia de la partida de tío, podrías acariciarle su corazón para que la resista y abrazarla con mucha ternura, muy fuerte para que sepa que eres tú.

Sé que las misiones de cada quien tienen un tiempo y espacio, el que Dios dispone y sus designios y voluntad son inescrutables y nosotros no somos quien para estar en contra, solo aceptarlos y seguir adelante con las lecciones y aprendizajes que todos eso deje.

 Bueno mamá como tu decías te dejo un rato tranquila, hasta la próxima carta, ¡ah! y cuando veas a alguien que está preguntando por un tal García te está buscando a ti, a pesar que no lo conozcas recíbelo, para el todos son García, él te estará llevando a tus manos esta carta…sabe perfectamente cómo hacer llegar un mensaje… una carta.

Bendición mami, te quiere mucho.

Tu hija Carmen.

PD: dale mis bendiciones, saludos, abrazos y cariños a papá, a Jorge, a Alexa, al abuelo y a las abuelas, a los tíos y tías, primos y primas… y a todos los que se han ido y están allá con ustedes… Mamá te agradezco me digas como los recibieron a los tíos Ismael y Chúa, como están diles que el saber que ustedes descansan en paz y están felices allá libre de sufrimientos y enfermedades eso dentro de nuestra tristeza nos alegra.

Autoría: Carmen Martínez