Por Carmen Martínez
Este fin de año 2016, ha sido según mi propia vivencia el más
difícil hasta ahora vivido, para mí y para la gran mayoría de los venezolanos,
me refiero a aquellos que su presupuesto familiar los hizo priorizar necesidades,
donde entre otros, la alimentación encabezaba las listas, porque la situación
ha cambiado drásticamente, tanto que la cesta básica para familias cortas o
numerosas se burlan descaradamente en su cara del salario mínimo, donde la
mayoría de los productos en ella contemplados, que en otrora se imponía al
productor industrial, al empresariado local a un control de “precio justo” por
gaceta oficial, es en la misma donde ahora se impone sin dolor ni lágrimas el
“injusto precio” que se debe pagar por ser muchos de ellos productos
importados; los cuales y me permito utilizar sin intentar bajo ningún concepto
hacer plagio, las mismas “conocidas y pegadas” palabras de nuestros
gobernantes, galopan a pasos agigantados
siguiendo la onda inflacionaria, la escasa o nula producción que jamás en las
actuales condiciones cortoplacista puede satisfacer la demanda; cuyos precios
en menos de año y medio han pasado de la unidad o decenas de unidad, hasta las
unidades y decenas de miles de Bolívares Fuerte. Es decir que una familia con
sueldo mínimo no puede comprar estos productos libremente, se tiene que poner
en manos de la providencia divina y en manos de la medida populistas
gubernamental llamada “bolsas de
productos del CLA” para que por lo menos 1, 2, 3 o 4 veces en el año le sean suministrados
algunos de estos productos, jamás todos.
Pero me he desviado del tema en cuestión, no digo que muchos
padres hicieron lo posible para que sus hijos tuvieran una navidad como la
tuvieron sus antepasados, sus padres y ellos,
buscando siempre que sea mejor que la que ellos disfrutaron, que lograron
adquirir para sus hijos sus estrenos de navidad y año nuevo y hasta comprarles
sus juguetes nuevos, aunque ellos no se compraran nada para su uso personal;
pero otra buena parte no pudo hacerlo, algunos todavía consiguieron acercarse a
los bazares que por doquier quisieron repetir la hazaña del año anterior y
adquirir estrenos usados de primera, segunda y tercera mano así como también
juguetes usados para el Niño Jesús, pero y ¿Que de aquellos que ni comida
tienen para poner en su mesa aunque sea una vez al día decentemente?, mucho
menos comprar alguna ropa aunque se usada y por tanto sus hijos seguro se
levantaron en esta navidad preguntando ¿Porque el Niño Jesús no les trajo
nada?, triste, muy triste es para esos padres, abuelos o cualquier miembro familiar
que está a cargo de la crianza de nuestra infancia venezolana de media a escasos
recursos. Como explicárselos a estos niños, que es más importante comer que
vestirse o tener un juguete nuevo o la lista del niño Jesús que inocentemente
han escrito con sus peticiones. Aunque estos tiempos están para que los niños
que son en extremo sabios para su edad cronológica, comprendan de una forma u
otra, dulcificada, pintada y disfrazada en forma de cuento o fabula, esta
realidad que le opaca un poco sus navidades y su niñez.
En nuestra parroquia, no me acerque a ver como hizo nuestro
querido Párroco Monseñor José Ocaña en la misa del 24 de Diciembre, con el
tropel de niños pobres y necesitados que siempre van para que les dé un juguete
y una ropa usada, que generosamente muchos llevan para que él pueda hacer esa labor
que realiza desde hace muchos años, porque lamentablemente en este año 2016, la
contribución disminuyó. Espero que la Providencia Divina que nunca le falla lo
haya ayudado a realizar satisfactoriamente esa misión de amor.
Pido a Dios, a su amado Hijo Jesús y a Nuestra Madre
Santísima La Virgen María, nos bendigan
y guarden a todos los venezolanos y a todas las familias diseminadas en el
mundo entero en este nuevo año 2017 que ya comenzó, permitan un buen año, de buenos
cambios de crecimiento social, económico, personal y espiritual. Para que al
final todos puedan celebrar sus fiestas decembrinas y de fin de año como es la
costumbre venezolana o las de sus propios países… en nuestro caso permita los
ESTRENOS NAVIDEÑOS Y DE FIN DE AÑO y la
adquisición de las peticiones del Niño Jesús, JUGUETES NUEVOS. Amen, amen y
amen. Porque los regalos que nunca deja de traernos y dejarnos en nuestros
hogares son esos regalos que no se venden y adquieren en ninguna parte: AMOR,
PAZ, ARMONIA, PROSPERIDAD, CARIDAD, TOLERANCIA, COMPRENSIÓN, MISERICORDIA… son
el mejor regalo y estreno con el que pequeños y grandes nos debemos vestir para
recibir, andar y disfrutar las bendiciones y gracias con que Dios nos colmará
en este nuevo año.
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