QUE
HAY DE COMER
Por
Carmen Martínez
O simplemente la pregunta
¿qué comeremos hoy?, que nos hacemos cada uno de nosotros en nuestras casas, en
nuestras familias, en nuestros pueblos… y es que en el caso de mi país
Venezuela, dependerá primero, de donde estas, porque cada una de nuestras
regiones tiene comidas típicas; segundo, de las preferencias y gustos de cada
quien, si ha adoptado alguna que otras costumbre culinaria de otro países,
porque en nuestro país se funden muchas nacionalidades con las nuestras, como
familias hayan sido formadas con personas oriundas de otros países del mundo que
cohabitan en Venezuela o por las influencias
gastronómicas internacionales que tenga en cada región.
Sería mucho extenderme con
toda esa matriz, así que solo quiero pasear por la mesa y la cocina de la
mayoría de las amas de casa de nuestro país, que generalmente cocinan, según
estén en occidente, centro, sur, los llanos o el oriente del país. La comida
Venezolana es tan rica y variada que se sorprenderían, yo misma, no he comido
ni la décima parte, de todo lo que identifica a cada población de mi país, y
eso, es lamentable, debe serlo para todos, debemos conocer nuestra tierra,
nuestra cultura, nuestra gastronomía.
Solo trataré de enfocarme en
lo más elemental y verán como nos diferenciamos al comer y como tenemos que
adaptarnos cuando vamos de vacaciones, de visita, de trabajo hacia otros lares
distintos al nuestro, dentro de nuestro propio país y comer lo típico de cada lugar donde vamos,
creerán que algunos hasta pasan hambre o tienen que ir a comer afuera cuando
algo no les gusta o no están acostumbrados a comerlo. Y como decían mis queridos
padres, ustedes en casa ajena o en la calle comen lo que se les sirva, aunque eso
era antes, ahora más bien consienten a los muchachos y si no les gusta no les
dicen nada le dan otra cosa, y realmente veo que no aprenden a apreciar o
degustar otros platos, otros sabores, otras sazones, otras costumbres. No me
gusta reconocerlo, pero a mí no me gusta la sopa de pescado y aunque he
intentado no he podido, y he dejado de probar exquisitos hervidos si hay otra
cosa, pero de seguro de no haber más nada seguro que me la comeré y no le haré
ese desprecio y poner en inconveniente a las personas que me inviten a su mesa.
Lo bueno de ser Cabimense, es
que de una forma u otra, estamos acostumbrados a comer de todo lo que se come
en el resto del país y la razón es porque de cada parte de Venezuela vinieron
cuando el boom petrolero, se asentaron e hicieron de Cabimas su segunda tierra,
se vinieron, entre ellos mis padres y sus respectivas familias y se trajeron
con ellos sus costumbres culinarias claro está, tuvieron que hacer los ajustes
a nuestra región por lo ingredientes básicos; ellos son parte ahora parte de
nuestras familias, nuestras amistades, nuestros compañeros de trabajos,
nuestros vecinos en nuestras comunidades, con los cuales compartimos a lo largo
de nuestra vida.
Si pertenecemos a la región
occidental como yo, conformada por Zulia, Falcón, Lara y los 3 estados Andinos,
Los tres primeros tienen similitudes, la mayoría de sus ingredientes están
basados en carne de ganado vacuno, porcino, pollos y gallinas, chivos, ovejos, de
casería como conejos, iguanas, pescados de mar, lago o ríos, en cualquier
preparación, algunos los cocinan con coco, muy ricos quedan estos platos, de
acompañantes el plátano, la arepa, el
arroz, el pan y el queso son más característicos, diferente resulta la gastronomía
andina, donde los tubérculos, verduras y
hortalizas, granos, el pollo, la carne, y la trucha su único pescado de río
típico, son los más utilizados, y a la bandera de sus platos está su pisca y
mojo andino, una singular cuajada de queso. Las arepas andinas de harina de
trigo los hace únicos, y si hacen la arepa de harina de maíz es lo más delgada
posible.
Si están ubicados en el
centro del país, las comidas de casería muy poco están en sus menús, la carne,
el puerco, el pescado, mariscos, pollos y todos los acompañantes tradicionales.
En cada uno de sus estados y pueblos hay mucha influencia aborigen, afroamericana.
Al estar muy cerca de la capital la influencia gastronómica internacional y
sobre todo las de los inmigrantes establecidos en Venezuela como su segunda
nacionalidad se refleja en sus mesas.
Si están en los llanos, la
ganadería y la agricultura están en su territorio, pues en ella está basada su
comida diaria, y apoyada en los pescados de ríos. Ganado vacuno, porcino y de
casería venados, lapas, conejos, chigüires, este último los caracteriza en los
días de Semana Santa. Lamentablemente no he estado por estos lares en estas
fechas, y no he podido probar uno que mi gran y querida amiga Magaly Figueroa
prepara allá en su querida Barinas.
En el Sur y Oriente del país,
el pescado, los mariscos y el morrocoy los identifica, y de acompañantes el
casabe, el ocumo chino entre otros tubérculos que ellos cosechan. En Semana
Santa el pastel de Morrocoy y de pescado y el pisillo de cazón es imperdible. A
la caraota y al mondongo que se come igual en muchos otros estados del país,
ellos le agregan azúcar y especias como
el clavo, la malagueta y canela.
Y si esto no les parece como
nos diferenciamos entonces vean como un mismo plato lo comemos diferente
-Nuestro plato típico el
Pabellón Criollo: compuesto de carne mechada, caraotas negras, arroz blanco,
queso y tajadas fritas de plátanos
maduros. En algunos estados del occidente a la carne mechada le agregan coco,
el plátano lo utilizan verde en tostones. En los llanos utilizan otros tipos de
carnes asadas en vara. En oriente endulzan la carota negra y hasta algunos sustituyen
la carne mechada por pisillo de cazón. Pura adaptación a sus respectivas
regiones.
-La arepa, que nos distingue
y caracteriza, sean de maíz cocido blancas o peladas o de nuestra harina
precocida harina PAN; esa si tiene diferencia, en los estados Falcón, Zulia y
Lara, se hace las arepas más grandes y gruesas, en Falcón hasta del tamaño del
budare donde se cocinan que de una de estas arepas comen 4 persona. Y por el
contrario como ya les dije, en los estados andinos lo más delgado posible, sin
masa interior. En los estados centrales y oriente del país, la arepa es más
pequeña, algunas tanto que parecen del tamaño de una ostia. Pero
indiscutiblemente donde quiera que estemos tenemos estrellas, como nuestra “arepa
Cabimera”, las arepas rellenas de una variedad de quesos y diversos rellenos
que las pueden encontrar en cualquier estado de nuestros país, una que me gusta
mucho es “la reina pepiada”.
-Las empanadas que se hacen
de harina de maíz natural o precocida, las hacen de cuanto relleno se las
imaginan, y en cada región deben probar la que más las identifica. Y no pueden
faltar las mandoquitas dulces que hacen algunos a la par de las empanadas
-El Queso y aquí debo hacer
un alto, porque creo que los he comido casi todos, en cada región hay quesos
típicos y que quesos frescos señores, demasiado buenos, el queso de cabra, el
palmizulia, la cuajada andina, el queso de mano, el de búfala, el guayanés, y
otros muchos más, en las presentaciones que quieran y hasta aliñados con otros
ingredientes…
-Las cachapas hechas de
maíz, en cada región las hacen de tamaños diferentes generalmente la rellenan
con queso de mano u otros quesos blandos, pero cuando cosechan el maíz y se disponen
a hacer cachapas, en algunas lugares asan o fríen puerco y se deleitan haciendo
cachapas y acompañándolas con puerco frito o asado, mi amiga Magaly en Barinas y
la Familia de mi querida Sra Hortencia otra madre que la vida me dio, en Buena
Vista/Anzoategui, para ellas esto es una celebración y encuentro de toda la
familia.
Los hervidos o sopas,
diferentes preparaciones, diferentes estilos, unas más claras otras más espesas,
unas los aliñan al principio, otras al fina después de horas de cocción… de
todo como en botica, como cada ama de casa en cada región aprendió de sus
madres y ancestros… las verdura, aliños y el “recao de olla” para cada región
es diferente… pero a la final las hacen de cualquier tipo de carne y hasta de los
más increíbles “cruzados” cuando mezclan diferentes tipos de carne, un rico
sancocho o hervido no falta en la mesa de cualquier venezolano.
Y no puedo menos que cerrar
con broche de oro, con nuestra tradicional hallaca navideña, que ya la hemos
adoptado también para cualquier otro momento del año. La hallaca forma parte de
nuestro plato típico navideño, al lado del pernil (puerco asado al horno), el
pan de jamón y la ensalada. En algunos estados del occidente usan para
envolverlas hojas de bijao, en mi familia usamos estas; en las demás regiones
solo con hoja de plátano. Si estas en los andes puedes agregarle garbanzos y
las cocinan con el guiso o relleno crudo, en oriente algunos hacen variante con
pescado, en falcón algunos las hacen de chivo salado, estas me traen muchos
recuerdos porque yo se las hacía muy especialmente a mi querido padre, después
que él se fue ya no las he preparado más, es muy triste. Y las hay muy gourmet
o dignas de una obra de arte cuando cada quien las hace decoradas o no, con
tomates, cebollas, pimentones de todos los colores, aceitunas, alcaparras,
pasitas negras, huevos salcochado, todo depende de la región donde estas…Entre las que más me han gustado están las de Falcón que hacía otra muy
querida mamá la señora Isabel de Naveda, las andinas que hacia mi tía Irma y
las que hace la familia de mi cuñado Antonio, las centrales de mi otra mamá
Nelly de Lozada y las orientales que hacía la mamá de mi amiga María Reyes, la
señora Luisa Lourdes y su hermana Cila, aunque para ellas no había como las de
sus mamá, bueno debo decir que las mías no se quedan atrás. Es
increíble la variedad que hay de una misma hallaca… nuestra hallaca venezolana.
El título de este relato se
lo puse porque siempre que mi padre llegaba del trabajo a las 3pm, le
preguntaba a mamá… Que hay de comer María… Cosa que a veces mi madre no le
gustaba y le decía o respondía… que va a ser…!comida!… la que hice hoy… son
recuerdos… mis recuerdos… ustedes tendrán los suyos.
¿Y de postre?... bueno eso
es material de otro relato, porque en eso también hay mucha diferencia
dependiendo de donde estemos en nuestra querida Venezuela.
Ah como recuerdo las arepas.. no sé por qué las extraño tanto
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