Por Carmen Martínez
La paz esté con nosotros, donde quiera que estemos, haciendo
lo que mejor sabemos hacer, con alegría y mucha constancia, haciendo la
voluntad de Dios y teniendo la firme convicción de que todo lo que hacemos,
decimos, hablamos, sentimos y pensamos, están cargadas de frases y muchas palabras
que llegan a otros y se nos devuelven a nosotros mismos como un eco, todo tiene
un efecto en los demás y por tanto también consecuencias favorables o no tanto.
Los recientes sucesos en Francia, donde nuevamente el
terrorismo extremista se cobró 17 vidas de ambas partes nos hace ver como el
odio, el rencor, el poder, la venganza, la violencia son variables que anidan
en los corazones y dominan las mentes de ciertos grupos que durante mucho
tiempo han causando trágicos sucesos en el mundo y hacen que situaciones como
estas, enturbien la armonía, la paz, la sana convivencia, la concordia de
todos, no solo de los franceses sino del mundo entero.
Somos distintos pero iguales a la vez, lo que cambia justamente
son nuestros idiomas, culturas, creencias, religiones, ideologías, idiosincrasias,
principios y valores, pero las palabras pueden ser las mismas buenas o malas,
que hacen bien o daño, que causan efectos positivos o negativos, todos tenemos
un equilibrio de bueno y malo en nosotros que no hace daño a nadie, cuando
hacemos el bien brindamos apoyo y felicidad a los demás, cuando hacemos el mal
causamos daños a los otros, y todo ese bien y ese mal se nos devuelve a
nosotros mismos de una forma u otra en determinado momento. Es una elección,
así que podemos elegir hacer el bien siempre, empezando por nosotros mismos.
Mi madre decía que “la bondad trae bondad”, es lo que siempre
digo, la fuerza del dar y el recibir es increíblemente maravillosa cuando son
buenas palabras y hechos, pero debemos tener mucho cuidado porque de hacer mal
igualmente puede funcionar, no nos hagamos daños a nosotros mismos, a nuestra
propia gente, a nuestros seres queridos por nuestra propia elección, que nadie
puede hacer que obremos mal, no debemos permitirlo, ayudemos por el contrario a
que esto no suceda en otros siendo buenos ejemplos y modeladores a seguir.
Quien como nuestro Salvador Jesucristo que sufrió las más
viles atrocidades de violencia y odio en su pasión y muerte para redimirnos de
nuestros pecados, quien como Mandela o “Madiva”, que sufrió por la discriminación
de su gente, por la libertad de su pueblo y nación, no haciendo lo que hicieron
a él, sino integrándolos, uniéndolos, para vivir todos juntos en concordia.
El lema de la Fundación César Egido Serrano y El Museo de la Palabra es: “conseguir que la palabra
sea herramienta de convivencia entre los pueblos”, es también un buen ejemplo
que debemos seguir, conseguir es que todos trabajemos y nos unamos en ello, que
empecemos nosotros a que nuestra acción, comunicación, sentimientos y pensamientos
este cargada de palabras y acciones que nos unan, que brinden armonía, libre de
violencia alguna y todo será como un efecto dominó, modelaremos positivamente a
otros y a otros, construyendo UN CAMINO A LA PAZ, a la concordia y a una vida libre de
violencias y de cosas malas.
Como les informé recientemente fui nombrada como muchos otros más en
sus respectivos países como Embajadora de
la Palabra por estas 2 fundaciones y acaban de constituir la Asociación de amigos del Museo de
la Palabra, donde todos y
cada uno de ustedes si tienen a bien unirse, sumarse, integrarse en esta buena
elección y decisión, pueden con sus aportes, ideas, iniciativas, proyectos de
vida, ser un buen eco y ejemplo modelador a seguir con sus palabras que unan,
que integren, que ayuden a una sana convivencia, libre de violencia entre todos
sin distingo de idiomas, culturas, razas, credos, religiones, ideologías, todos
somos ciudadanos del mundo y merecemos ser felices y en paz.
Les comparto la página donde pueden sumarse a esta asociación
Recuerden que cada uno de nosotros podemos apoyar desde nuestro metro
cuadrado de acción y nuestro gran radio de alcance para construir con buenas
palabras y acciones UN CAMINO A LA PAZ por un mundo diferente y mejor, por la
convivencia entre pueblos. Porque la palabra sea vinculo de la humanidad.
Para aquellos que como yo son cristianos, católicos o no, ya lo sabemos, la palabra de Dios es
sagrada, eterna, da vida, paz, consuelo, amor, bondad, caridad, comprensión. Seamos
buenos cristianos y hagamos la voluntad de Dios siguiendo sus preceptos, o sean
buenas personas y ciudadanos, en la religión que cada quien profese, desde su propia fe. No
dañemos…apoyemos, construyamos, edifiquemos. El Bien por encima del mal.
Estos son enlaces que pueden visitar para tener mayor información sobre estas dos
fundaciones.
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