ESTRENOS USADOS, JUGUETES USADOS.

LO TRENDY EN VENEZUELA

Por Carmen Martínez

Desde que tengo uso de razón, o mejor dicho, desde que se iniciaron mis recuerdos en mi mente, desde esa época tan bonita de mi infancia, recuerdo con gran alegría esos días previos a la navidad, cuando papá y mamá nos llevaban al centro de la ciudad de Cabimas,  a mis hermanos y a mí, a los almacenes, tiendas y zapaterías para comprarnos los estrenos del 24 y 31 de diciembre, así como también alguna que otras prendas de vestir para uso cotidiano en el nuevo año.

Cuando crecimos ya no solo se centraban las compras en el centro de Cabimas, el desarrollo llegó y los nuevos centros comerciales ubicados en otros sitios de Cabimas y fuera de ella, generalmente en la ciudad de Maracaibo y Ciudad Ojeda, amén de los que podían comprar en Caracas y en el exterior, fueron receptores de las utilidades destinadas a compras de estrenos navideños y otros conceptos, como equipamiento de electrodomésticos y lencerías, remodelaciones de viviendas, pintura interior y exterior, vestir de navidad los hogares, entre otros.

En este año 2015, cuya historia está por culminar de escribirse en las páginas del tiempo venezolano, parece que los estrenos navideños para muchos venezolanos de clase media a baja, se ha convertido en una estampa, muchos todavía hacen malabares y peripecias para estirar las utilidades y lograr comprarlos, otros han adoptado la modalidad de adquirir ropa, juguetes, lencería y electrodomésticos usados en bazares, que este año proliferaron o germinaron de una forma geométrica y exponencial, por toda la Costa Oriental del Lago, en todo el estado Zulia y en el resto de los estados del país.

Con tristeza puedo decir que he visto como han comprado tanto ropa, calzado, accesorios y otros productos o bienes en excelente estado, así como también, cosas que hasta deterioro visible tienen, cuan lamentable es ver hasta donde hemos descendido los venezolanos a causa de la situación que nuestro país lleva acarreando desde hace unos cuantos años atrás y que este año llegó a su punto álgido, el dinero no alcanza para nada, se va todo en pago de servicios, comida, gastos médicos, entre otros más, pero sobre todo se va para otro nuevo flagelo que se suma a la ya muy conocida corrupción:  el “bachaqueo”.

Este “bachaqueo” como coloquialmente se le conoce en Venezuela, nació y se ha fomentado gracias a la misma situación de escasez y desabastecimiento de cualquier bien o producto que antes producíamos y fabricábamos en nuestro país y que ahora lamentablemente no lo hacemos y lo que es peor, lo importamos, desequilibrando con ello nuestra balanza comercial, endeudando al país más allá de lo que puede, y que al no ser suficiente, hay que racionarlos, con las “estrategias” adoptadas para ello y allí entra otro gran flagelo que afecta a los venezolanos, y  que lastimosamente se está haciendo costumbre, las interminables y horribles “colas”, bien sea por necesidad o por sumarse a este nuevo oficio que genera dividendos a quienes lo practican, los “bachaqueros”, ellos están quedándose con esa porción de las utilidades que había para los estrenos y otras compras navideñas.

Todo esto a la final no es más que una nueva forma de afectar el normal desempeño de la insuficiente economía formal, los bazares se suman de una forma increíble a la economía informal. Me pregunto ¿cómo será el cierre de las ventas de los almacenes, tiendas y malles al final del año?, ¿cuán afectados se verán con esta nueva modalidad de adquirir cosas usadas?. Siempre recuerdo los bazares navideños, donde solo se vendían arreglos, adornos y comidas navideñas que muchas personas elaboraban para embellecer los hogares venezolanos o para surtir lo necesario para la cena de navidad y de fin de año, en la época decembrina. Este año vi cómo ni eso lo compraban, solo buscaban estrenos y juguetes para las peticiones al Niño Jesús y a Santa Claus, pero usados de segunda, tercera y cuarta mano, lo nuevo resultaba onerosamente inalcanzable, incomparable, mucho más si el núcleo familiar pasaba de 3 personas…. Se ha hecho moda, o como actualmente se dice trendy, los estrenos usados… juguetes usados.

Esperando en Dios que la situación en nuestro país se encamine en el corto, mediano y largo plazo hacia la reactivación de la producción, la fabricación de bienes y servicios para consumo interno y para exportar, que se reactive la muy deteriorada economía venezolana, los venezolanos nos lo merecemos, hemos padecido de todo, muchas lecciones y aprendizajes ha dejado todo esto en cada uno de aquellos que han visto como las cosas cambiaron, como hemos perdido el derecho de usar libremente los supermercados, las farmacias y droguerías, de adquirir lo que necesitáramos y quisiésemos comprar, sin intermediarios, sin racionamientos, sin estrategias que nos limiten; volver a tener nuestro presupuesto definido y no el que impongan los “bachaqueros”, a volver a tener la capacidad de adquisición de nuestros estrenos, juguetes y cualquier otra cosa que necesitemos pero que sean nuevecitos de fábrica, de paquete, frescos y de calidad. Hecho en Venezuela, sembrado y criado en cada uno de nuestros estados venezolanos.