CUANDO LA NATURALEZA NOS VULNERA
Por Carmen Martínez
Noche de paz, noche de amor, la navidad de este año 2015 llegó
a todos los hogares del mundo entero, dentro de sus propias realidades, culturas,
religiones, credos, idiosincrasias, los deseos y peticiones por una feliz
navidad también se expresaron y escribieron por cada uno de los ciudadanos del
mundo, los niños con sus juguetes o presentes solicitados al Niño Jesús o a Papá
Noel, jugueteando por sus casas, patios y vecindarios. Preparándose para
celebrar la Noche Vieja y esperar al nuevo año 2016 con sus ilusiones y grandes
expectativas.
Algunos de ellos sufriendo o superando guerras, conflictos,
enfermedades, desplazamientos migratorios, entre otros, otros cansados de
recuperarse una y otra vez de los embates de la naturaleza debido a los cambios
climáticos que afectan la vida del planeta, a todo ser viviente. A un Niño y a
una Niña que sus acciones y efectos más antiguos se remontan a los años de 1789,
pero que sus registros oficiales datan desde los años de 1892, así que ellos
son algo natural que sucede en nuestro planeta debido las fases cálida y fría
de las secciones oriental y occidental del Pacífico cercanas a la línea del Ecuador,
causantes de anomalías erráticas del clima, pero que en las últimas décadas su
efecto ha sido devastador.
A escasos días para finalizar el 2015, después de celebrarse
la navidad en algunos países del cono sur, específicamente Paraguay, Uruguay, Argentina
y Brasil, así como en otros países de América (Estados Unidos), Europa (Gran
Bretaña), Asia, entre otros; la paz, la sana convivencia, la armonía nuevamente
se vieron vulneradas por la violencia de una naturaleza herida, de una
naturaleza que busca algo que tenía y que ya no hay forma de tenerlo, de una
naturaleza que tenía sus ciclos definidos y que el hombre con su ocupación
natural, con el desarrollo de pueblos y ciudades sin tomar conciencia de que
mucho de ello ha venido afectando la naturaleza misma, lo continúa haciendo y
los daños causados a la naturaleza y al ambiente son muchas veces irreversibles
y por ello, ahora de improviso puede causar pérdidas humanas y materiales cada
vez más importantes, que Las lluvias, deslaves, inundaciones, tornados,
huracanes, terremotos, sismos, tsunamis, se tornen cada vez más agresivas, más violentas
y catastróficas.
Así es como la relación entre el hombre (actividad humana) y
su entorno: hombre-naturaleza, hombre-planeta, hombre-cosmos, también entra en
conflictos, ambos se vulneran, ambos cometen atrocidades el uno por el otro,
unos aprovechándose de todo lo que ella provee y la otra defendiéndose o siguiendo
el curso desviado de su normalidad, ambos necesitan rescatar esa paz, esa
armonía y esa convivencia para que la vida también lo sea.
Y las acciones para lograrlo son unas palabras sencillas
tales como: respeto, conciencia, cuidado y preservación. La naturaleza habla,
siente, escucha, puede ser la fuente inagotable o agotable de recursos y bienes
para la vida humana, pero también la fuente de riesgos y peligros cuando su curso
o estado se vuelve anormal, sufre desequilibrios o se desvía de la normalidad, provocando
cambios y eventos extremos catastróficos.
El uso y abuso de sus
recursos naturales renovables y no renovables, la emisión de gases de efecto de
invernadero, el calentamiento global, la destrucción de pantanos, bosques y
toda una serie de biodiversidad existente o que todavía no se ha afectado la mano
del hombre, han sido los causales más importantes de estos desequilibrios de la
naturaleza, del ambiente, del clima, del planeta. Son la causa de la
vulnerabilidad de la naturaleza.
La naturaleza también evolucionó y con ella los desastres y
sus consecuencias, terremotos, tsunamis. ciclones, tornados, tormentas eléctricas,
huracanes, sequías, olas de calor, lluvias torrenciales, inundaciones,
deslaves, deshielos, incendios forestales, son cada vez más continuos,
imprevistos y devastadores, son causales de la vulnerabilidad de los seres
vivos, entre ellos del hombre.
Solo tenemos que ver cómo estas personas que han sido
desplazadas desde hace 4 días de sus viviendas en Paraguay, Uruguay, Argentina
y Brasil, Estados Unidos (Missouri e Illinois), Gran Bretaña, porque sus
viviendas están parcial o totalmente sepultadas bajo las aguas producto de las inundaciones
provocadas por las lluvias torrenciales, deslaves e inundaciones, tormentas eléctricas.
Seguro se estaban preparando para recibir el año nuevo 2016 y ahora muchos quedaron
sin nada, ni casa, ni comida, ni vestido, ni calzado, ni trabajo, solo esperan que los líderes locales o presidentes
de sus respectivos países puedan encaminar la solución en el corto y mediano
plazo de su situación, la solidaridad de sus conciudadanos y de la ayuda
internacional. Que puedan recibir el año 2016 con mucha fe, esperanza y
solidaridad humana a granel.
Elevemos una oración por todas aquellas personas que han
perdido sus vidas por estos eventos naturales catastróficos, producto de ese
conflicto hombre-naturaleza, naturaleza-naturaleza, por los que están actualmente
padeciendo sus rigores, porque el hombre honre a la madre naturaleza, la cuide
y preserve, la ayude a sanar, para que sus consecuencias no lo afecten y sobre
todo para que las futuras generaciones inocentes no sufran por el maltrato, abuso
y violencia que las generaciones precedentes le hacen a la madre naturaleza, al
planeta y al cosmos.
Cada uno desde su metro cuadrado de acción y su gran radio de
alcance tiene ese compromiso. Que el mayor interés y la razón primordial de
todo lo que se hace sea preservar la vida misma, la naturaleza, el planeta y el
cosmos.
Dios nos bendiga y guarde a todos… Feliz y bendecido año
nuevo 2016
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