UN
DIA EN EL CIELO CON JORGE
Por
Carmen Martínez
Con estos días tan calurosos,
el sol avasallando, lluvias que vienen sin avisar aun cuando los especialistas
dicen que las esperemos, nubes de todos tamaños, formas y tonos que a veces
hasta en las noches tapan el cielo y no permiten ver ni la luna ni las
estrellas, luceros, constelaciones, por
eso el ver tu estrella JORGE se ha hecho difícil, y cuando por fin pude verla y
refulgías a lo alto con tanta vehemencia, titilabas en todos los sentidos
formabas figuras geométricas de todas las formas habidas y por haber, además de
la forma característica de una estrella, sabía que querías decirme algo, fue
allí que me di cuenta que el único idioma y lenguaje que conozco es el español,
algunas palabras en inglés y nada de clave morse… de que servía que te
desvivieras por hacerme señas, si yo era ciega a tus señales, me rompió el
corazón ver como a veces algunas personas como yo no nos preparamos para otras
cosas, para otras sucesos u oportunidades que se puedan presentar y de repente
perderlas por no estar preparados para enfrentarlos, el simple hecho de no
entender lo que te digan, ya es fuerte, imagínense mi hermano quería decirme
algo y yo no le entendía.
Me imagino como te sentiste
hermano querido al ver que mi ceguera iba más allá de la presbicia y la miopía que ha estado conmigo toda mi
vida, que pediste un permiso muy especial a Dios y bajaste a hablar conmigo,
fue increíble y maravilloso lo que vi, todas las constelaciones y estrellas
formaron una larga y alta escalera, en el “copito” estabas tú titilando,
mientras se iban acomodando ya fuera en los peldaños o en el pasamano, parecía
una obra de arte con formas y brillo sinigual, un espectáculo de luces, como
diría nuestro exagerado padre, “mil-llones” estrellas, luceros o cocuyos y
constelaciones, entre las que más resaltaban estaban la Osa Mayor, la Osa
Menor, Cassiopea, Orión, Tauro, Hércules, Alderamin, todas las demás del
Zodíaco, la Vïa Láctea, las estrellas Polar, Sirius, Alrai, Cepheus , Dios como
sé que no se nada, hay tantas constelaciones y estrellas que ni yo misma se
cómo se llaman, pero no puedo describir lo que pasó una vez que la última
estrella o constelación llegó cerquita de la tierra, ese último peldaño de la
escalera celestial que se formó en frente de mí, sufriste una metamorfosis
increíble, casi hasta la mitad de la escalera eras una estrella que a medida
que bajabas te ibas haciendo más y más grande, y de repente como por arte de
magia todos esos componentes de luz dieron forma a ti, como eras cuando te
fuiste, estabas vestido con tu camisa manga larga y pantalones como siempre los
usabas, pero todo color blanco, de un blanco tan brillante que no podía mirarte
viejito como cariñosamente te decía, porque el resplandor hacía llorar mis
ojos, cuando pisaste ese último escalón vi que traías en tu mano una hermosa
flor, sabes cómo me encantan, era una flor blanca que nunca había visto, mezcla
de malavar, lirio, azahar de la india, nardo, parecía exótica y el aroma que
desprendía se extendió por todo el patio, me dijiste la acabo de cortar de los
jardines del Edén, espero que te guste… acto seguido nos fundimos en un abrazo.
¡Oh Dios¡, dije, como te he extrañado
hermanito, algunas veces he soñado contigo, pero si esto es un sueño, no quiero
que me despierten… me dijo, es real pero es fugaz, solo vine un momento a
decirte que Dios nos ha concedido otro deseo, prepárate porque un día de estos
vendré yo o uno de mis amigos los ángeles a buscarte para que nos visites por
un día allá en el cielo, tu todavía tienes muchas cosas que hacer acá, Dios te
tiene para muchas misiones de amor, pero como tú solo escribes lo que conoces,
lo que vives, lo que ves, entonces tendrás esa maravillosa oportunidad de ver
en lo que me he convertido, en lo que soy y además te llevarás una gran
sorpresa, …. Le dije… Más que esta que me has dado hoy,….. me dijo mucho más
grande… ni te lo imaginas, no lleves ni lápiz ni papel, todo quedará grabado y
tallado en tu mente y corazón, donde no se olvidan las cosas…. Me dio un beso
en la mejilla y tomándome de la mano me hizo caminar hasta la escalera… no le
quería soltar, pero no pude hacer nada, su cuerpo se fue desvaneciendo tanto que
su mano fluyó de la mía, y así comenzó de nuevo a ascender cada uno de los
peldaños hasta llegar a la mitad de la escalera y allí explotó en mil pedazos
que al reconstruirse o reacomodarse, formaron la forma de su estrella y desde
allí se volvió loco refulgiendo, titilando, se despedía otra vez, pero sabía
que volvería a venir el día que los visitaría por un solo día… sabía que debía
aprovechar al máximo cada hora, cada cosa que viera, pero sobre todo la
oportunidad de ver a todos mis seres queridos, porque sé que así sería, que
estarían allá juntos o muy cerca y que podría llevarles razones de todas sus
familia, bueno que ilusa soy, ellos las ven desde allá, nos ven a todos en todo
momento.
No quise decir nada de esto
a mis hermanos, ni siquiera a mis familiares cercanos, por el que no me creyeran,
eso no me iba a quitar la emoción que me embargaba, me creyeran o no, esa
visita de mi hermano llenó de alegría mi vida, por el simple hecho de volverlo
a ver aunque fueran pocos minutos.
Como decía mamá, “el que
espera desespera”, la espera se me hizo larga, pasaron muchos días y meses
desde esa noche y de repente un día bien tempranito en la mañana minutos antes
de que el sol se pusiera en el este, con la luna allá a lo lejos, vi la
estrella Jorge dar vagos destellos, se veían débiles a lo lejos, claro ya no
debía verse, era de día, pero algo me decía que ese débil destello era una
señal, me indicaba que el día de irlos a visitar con un permiso especial de
Dios, un solo día pero muy especial, donde podría ver a mamá a papá a Alexa, al
abuelo, las abuelas, tíos y tías, primos, primas, amigos y amigas, a todos los
que se fueron…. Más que mi alegría sería la de ellos, esa era mi real emoción,
Dios les estaba regalando a ellos un día de compartir conmigo, quizás otro día
sean otros los bendecidos de una oportunidad así, de todo pasa en este relato,
donde la fe hace milagros.
La estrella Jorge se
desvaneció cuando los primeros rayos de sol aparecieron y cuando el sol ocupo
su lugar en lo alto, ni la luna se veía… ya era el día, había que estar
preparado para ver quién sería el que vendría… fue así cuando una persona
apareció en la casa y preguntó por mí, yo le dije, usted viene de parte de mi
hermano Jorge, y él me dijo, que sí, su cabeza de arriba abajo en forma de
afirmación también lo decía, permítame presentarme, aunque usted ya me conoce,
siempre está en comunicación conmigo, soy Rafael, el Árcángel Rafael, como
usted dice médico y guía, ahorita seré su guía hasta donde su hermano y toda su
familia que partió hacia mi padre Dios, han estado desde entonces, quiero
decirle que usted es muy afortunada de vivir esta experiencia, su hermano Jorge
le hizo esa petición muy especial a nuestro Dios Celestial y Él se lo concedió
porque su hermano desde que llegó allá ha hecho muchas cosas buenas por todos,
es muy querido y apreciado…Vaya y dígale a su familia que estará un día fuera
para que no se preocupen, corrí porque no quería perder ni un solo momento y le
avisé a mi hermana Zully por celular, que iba a salir que después le explicaba
en la noche cuando regresara, después salí y el Arcángel Rafael me dijo, tome
mi mano y déjese guiar, usted sabe que solo estará un día completo, fue así
como sentí que me desdoblaba al igual que el Arcángel en un halo blanco, así
desaparecimos desvaneciéndonos, que experiencia, me hizo acordar de una
experiencia de este tipo que viví cuando estudiaba en la universidad, pero eso
es materia de otro relato.
Fue como estar dormidos en
un sitio y despertar en otro, cuando recuperé la visión de mis ojos, estos se
empequeñecieron de tanta belleza y
color, ni yo que pinto logro esa tonalidades y plasmar en un lienzo o
cualquier material que utilizo, tanta belleza, que naturaleza y las casas de una
arquitectura simple y natural hermosísimas, no son grandes porque comparten esas
maravillosas áreas comunes, más bien son sus aposentos, hasta existe una cocina
inmensa para todos, creerán que hay chef de todos los lugares del mundo que hacen
ricos manjares, se maravillan de encontrar de todo y orgánico de paso, nada de
pesticidas, no se requiere nada, es la tierra prometida donde todo se da por
obra y gracia de Dios, nadie sirve a nadie, todos son serviciales, es como una
gran familia donde todos cooperan, no hay basura, por lo tanto no necesitan
personas que limpien, no sé qué escribir primero, todos visten hermosos trajes
de una blancura pero matizada de muchos colores como hacen los pintores…una
mezcla de colores tal que aunque son blancos se distinguen casi todos los
colores en forma tan tenue, como un cuadro del pintor Edixón Diaz, que con su
acuarela inunda de colores pasteles un lienzo, me hizo acordar de una película que ví… “When
Dreams comes true”, pero esa película se quedó corta… allá a lo lejos veo a mi
querido profesor y pintor Cabimense Víctor Vega dirigiendo ese gran Museo Natural
del Edén, junto a muchos otros pintores de Cabimas, nuestro querido Zulia y de
todas partes del globo terráqueo, que ya disfrutan de ese remanso de paz.. me
acerco y lo saludo y le digo, profe sabe que siempre le hice caso, comencé a
pintar, claro en mi estilo muy particular, inundo de color y tramas cualquier
superficie que se pueda artísticamente o artesanalmente pintar, me dio un
abrazo muy fuerte y dijo sigue así, no pierdas tu esencia, cada pintor, cada
artista tiene la suya, dale mis saludos a todos en mi querida Cabimas, le dije,
que recientemente en un homenaje por el día del Artista Plástico lo habían
nombrado y recordado como a muchos otros que están con Ud. aquí hoy… un muy
bonito homenaje, que en esa ocasión lo hicieron en nombre de la Dra. Flor
Romero, recordándola mucho en todas sus múltiples facetas pero me llamó la atención que todos
mencionaron su faceta de muñequera… cuando terminé de decir esto, de entre
muchos que estaban allí salió ella, con sus ojos llenos de lágrimas de emoción,
también me abrazó…no podía seguir más con ellos, me despedí con una mezcla de
alegría y tristeza… porque el Arcángel Rafael me hacía señas.
Cuando llegué a él, me dijo
ha llegado el momento de que disfrutes con los tuyos, le dije ¿dónde están? no
los veo, me dijo, tu hermano desde que llegó acá se propuso hacer una pequeña
villa dentro de este majestuoso Edén, cada piedra, cada elemento utilizado, lo
hizo pensando en todos aquellos que iban llegando… mi curiosidad era tal que no
entendía. Y como pudo hacerlo, me dijo aquí todos colaboramos, no hay
individualidades, que bonito, ojalá nosotros allá en la tierra, fuéramos así,
otra historia sería, cada quien vive encerrado en su vida, en sus cosas, no
mira al lado, ni atrás, solo al frente, no digo que haya que mirar atrás pero a
los lados, si,,, porque forman nuestro entorno, no somos islas.
Caminamos rumbo a un área
hermosísima donde el ruido de pájaros, de corrientes de agua como de un rio y el
viento retumbaban en mis oídos, que hermosa sensación, y de repente de entre
algunos arbustos en flor se asomó mi querido hermano Jorge, corrió y me abrazó,
le dije que ventaja tienes viejito, tu estas igual en cambio yo con unos
cuantos años más, que bonito es esto, algo difícil para mí de describir con
palabras, eran 25 años de abrazos sin dar, muchos años de convivir, de
compartir y solo teníamos unos segundos máximo minutos para manifestarlos en
algo tan bonito como un abrazo, nos separamos, porque Jorge dijo, te vas a
cansar de tantos abrazos y besos y bendiciones, así que cierra los ojos y
déjate guiar, en ese momento se volteó hacia el Arcángel Rafael, agradeciéndole
el haberme traído, juntos cada uno por un brazo me llevaron hasta un sitio alto
desde donde podía apreciar un hermoso valle y allí mi hermano me dijo, puedes
abrir los ojos.
Me quedé sin respiración,
sin habla, algo difícil para mí, lo que veía ante mis ojos era algo que no esperaba
ver ni en mis sueños, todo se veía tan bonito, un hermoso valle con un pequeño
lago,3 ríos que afluían a él, y conformando una pequeña villa, diseminadas en
forma de circulo estaban muchas casas pequeñas, a lo lejos parecía que las
hubieran hecho a una escala menor, como tratando de hacerlas igual a otras, pero
se veían tan bellas, cuando logré acercarme me di cuenta que era eso, eran las
mismas casas donde vivieron cada uno mis seres queridos antes de venir aquí,
que de recuerdos vinieron a mí, que alegría cuando todos salieron a mi
encuentro cuando estaba cerca, corrían, caminaban rápido, tienen razón, aquí no
hay enfermedades ni dolor, todo es paz, alegrías. Indescriptible, hasta mi
linda niña Alexa caminaba y corría hacia a mí con su muñeco de trapo amarillo
en sus manos, arrastrando su calesita metálica rosada y dentro de ella su
gatico azul… mis relatos siempre tienen fotografías que muestran lo que narro y
escribo, aquí me gustaría que avivaran esa mente y logren captar con mi pobre
narrativa pero con muy sentidas emociones todo lo que mi vista captaron, lo que
mis manos escriben.
Mi mamá, mi papá, el abuelo
Luis no cojeaba, sus piernas estaban perfectas, las abuelas Meda y María, la
bisabuela Machopa y la tía Thelma fueron los primeros que llegaron, que alegría
estaba llorando de tanta alegría, después fueron acercándose los demás, las tías
Carmen, Ofelia, Juanita, Ana, María; los tíos Federico, Lucas, Vicente, Magín, Luis,
Moche, Pedro, Ismael; las primas Edy, Chaveca, Iris, Yudy; los primos Rufino,
Rosmel, Pepe, Pedro, Luis, Leonardo, Wilfredo, Daniel, Eric, Topo ; la madrina Petra, los padres de tía Cira, de tía Carmen, tía Irma, la mamá de tía Ana, el papá de tía Elvia, la Sra Isabel Naveda, el Sr. Reyes, los padres de María, Yajaira y todas las demás personas amigas entre ellas Neida, Flori, el Sr. Justino; vecinas y vecinos como las señoras Ángela, Inéz, Ana, Aura, las Carmen, Yeyo Flores, Choris, Antonio, Vita y el Sr. Raul; algunas compañeras del
liceo y la universidad como Aura, Cata y Ana y varios profesores entre ellos vi que
corrió mi profesor Chucho Ferrer y así muchos otros conocidos que Jorge se había encargado de avisarles,
solo la familia vivía en la villa, los
demás vivían en otros lados pero se fueron hasta allá para verme, para
compartir esos pocos momentos porque solo tenía un solo día. Gracias Dios por
esta hermosa experiencia de ver a muchas personas amigas comunes de los dos y otras que no.
Todos ellos me llevaron a recorrer el
lugar, aun cuando era tan diferente de todo lo que había visto hasta ahora
porque las casas rompían el esquema existente, se veía hermoso, Jorge y todo
ellos habían hecho una fiel réplica de la casa de los abuelos y abuelas, de
nuestra casa vieja, las casas de la tía Carmen con la enramada para los
chinchorros, la casa de tio Lucas con un cochinero
atrás en el jardín como el que tenían antes camuflageado entre un rosal y muchas plantas de hojas verdes, la casa de tia Ana y ti Magín tenía atrás espacio para los trabajos de carpintería, haciendo unos bellos porta-retratos, las puertas allá no hacen falta, no hay malandros, no hay delincuencia, la casa de ti Monche o
mejor dicho el patio que comparten todas las casas de la Familia Méndez, la
bodega de ti Pedro en Valera y la casa de tío Ismael en Marzola, como no hay
edificios María la esposa de mi tio Vicente hizo la casa donde vivió con su
familia de niña, la casa vieja de tía Ofelia y el negocio que tenía al lado, la
casa de la tía juanita, cada una logró hacer un mini jardín entre ese gran
jardín del Edén con sus plantas favoritas, con decir que hasta cardones, tunas,
cujíes tía Carmen y tío Nerio tenían en su jardín, hasta una huerta de melones
tenía el tío cerca de uno de los ríos. A tío y padrino Federico no le permitieron tener su carro porque allá no hay carreteras solo hermosos caminos, cero smog
Y Jorge construyó una
réplica del Puente de Maracaibo en el pequeño Lago y muchas cabrias en él y a
fuera algunos mechurrios o balancines, para recordarse de nuestra querida
Cabimas, parecía el escenario de una película… digno de pintar. Cuando le
pregunté cómo nació todo esto, me dijo que al principio cuando llegó vio al
abuelo Luis, al tío Pedro y al guaro de Rufino que llegó inmediatamente que él,
y extrañaban mucho sus cosas, a la familia, acá no hacía falta nada pero no era
igual, cuando uno se acostumbra y si es de esos tiempos de antes más, cuando son
jóvenes y tienen tanta tecnología también se aburren porque aquí nada de eso
hace falta, la tecnología es divina, puedes ver, hacer, oír, sentir todo lo que
quieras, nada de eso que se usa allá en la tierra lo pueden traer, tampoco lo
dejan entrar, porque se perdería todo este compartir, esta gran unión.
Abuelo extrañaba sus
partidas de dominó y como fue en su tiempo carpintero hizo un dominó de madera
tallándole unos animalitos en el centro, el tío Pedro añoraba su bodega y así
que encontró a un panadero paisano que hacía unas ricas acemitas y muchas otras
cosas típicas de Trujillo, así fue surtiendo su bodega y muchos venían a
comprárselo, yo los extrañaba a todos ustedes, pero decidimos que cuando alguno
viniera se iba haciendo su casita, así vinieron el tío Nerio y la tía Ana y la
tía María del tío Vicente y ellos muy conscientes sabían que debían esperar por
sus esposos y esposas. La primera casa que se construyó fue la de los abuelos y
de allí en adelante y a su tiempo la de todos los que venían llegando, los que
no teníamos casa éramos los solteros: Rufino, Pedro, Rosmel, Jan, no
construimos, teníamos muchas casas en especial la de los abuelos con ese gran
fogón y la de tía Carmen con la enramada de chinchorros.
Mamá y papá estaban tan
contentos, que querían que este día se hiciera larguiiiisimo, no hacía falta
que les dijera y pusiera al corriente de nada, todo lo sabían, como siempre
enviando muchos saludos, besos, abrazos y bendiciones.. las abuelas que bonito
fue verlas. La abuela María con su gato negro y la abuela meda inmediatamente
montó un café al estilo de ella, la gente no pierde la costumbre, le dije
abuela Meda todavía tú y la tía Thelma no comen pescado y me dijo nada que ver…
Y así, Jorge me llevó a
recorrer toda la villa, nos sentamos frente al lago y le dije sabes Jorge que
estoy haciendo una serie de relatos sobre ti, y en el primero pedí a esta
hermosa vida que tienes aquí, que hubieses tenido la oportunidad de encontrar
el amor verdadero de una mujer, me dijo que si, que había conocido a alguien
muy especial, llena de mucha ternura, amor, caridad y comprensión, fue en su
vida terrenal maestra y enfermera, aquí en el cielo está con los ángeles y
arcángeles ayudando muy especialmente a los niños que se vienen solos sin sus
madres, para que vivan felices mientras sus madres que los extrañan pero que no
pueden venir, puedan hacerlo… es una bonita labor, por eso ella no está
ahorita, pero tendrás el placer de conocerla, se llama Estrella. Le dije tus
nietos están bellos al igual que María C, debes cuidarlos y protegerlos desde
acá, te necesitan mucho y nosotros también, te extrañamos tanto…. Desde cuando
no haces sopas, me dijo todos los días aunque me gustan más las de la tía
Carmen que la tenemos “caricartiada” expresión que usábamos de niños que
traduce cansada de tanta petición.
Jorge me llevó al pequeño
patio de la tía Carmen que era más grande que el estadio Víctor Davalillo, todo un jardín xerófilo, hasta unos corrales tenía la tía pero solo eran
ornamentales. Los palos estaban pintados multicolores, que bellos se veían,
porque allá no hay nada encerrado. Todos los animales son libres y las cabras
mañosas no se comen las plantas del jardín de tía, allí recogimos un montón de datos, lefarias, guanajos y nos fuimos a sentar con
mamá y papá. Cada uno con una totuma hasta el copito, se nos unieron todos,
esto fue el aperitivo de una comelona que hicimos ese día…no podían faltar de postre las conservas de leche de cabra de tía carmen y los besitos de mamá de coco. Una grama verde
hermosamente podada por la misma naturaleza fue el sitio donde todos nos
sentamos a comer, no hacían falta ni mesas ni manteles, los hombres habían
hecho una vajilla completa de totumas y los que no nos “íbamos a pie” con las
manos, formado un gran circulo… Me alegra que mi gente, todos mis seres
queridos, amigos y conocidos estén bien y felices, esto es lo que me llevo
tallado en mi mente y corazón y espero que ustedes lo puedan leer, ver, sentir
y apreciar en este relato, ya muy cerca de la noche el arcángel Rafael, me
dijo, ha llegado el momento de volver, despídete de todos porque junto con tu
hermano Jorge y tus padres te llevaremos a casa. Mamá llevaba a Alexa en sus
brazos… así fue como entre llantos y risas, muchas manos batiendo en adiós, me
despedí de todos con la promesa de llevarles su cariño y amor a todos sus seres
queridos plasmados en un relato que haría al llegar a casa… El cielo estaba
estrellado, le dije a papá hay “mil-llones” de constelaciones, “quinicientas”
estrellas, papá se rió de mi mofa, a carcajadas como siempre hacía… y entonces volvió a suceder, mágico, divino, muchas de
éstas volvieron a formar una hermosa escalera de luz desde el cielo a la tierra
y allí tomados todos de la mano descendimos en un segundo hasta el patio de la
casa, como no sabían dónde yo estaba y mucho menos la hora a la que llegaría no
pudieron ver esto mis hermanos, todo fue tan rápido y maravilloso, cuando se
desvanecieron en una explosión de luz se iluminó todo el cielo, tanto fue así
que mi hermanos Miguel y Susan, Elio, Marielsy y Elito, salieron a ver qué
pasaba, cuando me preguntaron donde había estado les dije … pasando “un día en
el cielo con Jorge”, con papá, mamá y Alexa y con todos los que están allá, les
envían muchos abrazos, saludos, besos y bendiciones, con todo su amor a todos.
Así fue como sucedió en este
relato, gracias a Dios, al Arcángel Rafael
y a mi querido hermano Jorge…. Gracias por este hermoso día… espero que
todos ustedes puedan ver que sus seres queridos nunca los olvidan, que están
sanos y felices allá y que esperan que ustedes también lo sean aquí y solo el
día que Dios lo considere oportuno, el día que su misión en la tierra se
termine de cumplir, el permitirá ese maravilloso encuentro… el mensaje de todos
sus seres queridos es unánime…que nos portemos bien, seamos hombres y mujeres
de bien, que formemos familias con buenas costumbres, principios y valores, como
ellos nos enseñaron, sobre todo que pasemos de generación en generación la fe
en Dios, si creemos en Él todo lo que en este relato les he narrado podrán
cumplirlo…. En el último viaje subir por esa hermosa escalera de luz al cielo,
a la tierra prometida, al Eden, al paraíso.
Estas son algunas fotografías que guardo de mi querido hermano Jorge, mejor oportunidad para que lo recuerden muchos y lo conozcan otros... así de sonriente casi siempre fue... amoroso con su hija... y con todos nosotros, solo me faltan fotos de Jorge, con mis padres y mis hermanos Miguel y Franklin.... en la medida que las vaya encontrando las iré incorporando al relato.
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Jorge |
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Con su hija Maria C |
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Zully, Jorge y Yo |
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Jorge en el corral de chivos de la casa de tía Carmen en Santa Rosa |
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Jorge con su hija Maria C |
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Jorge con doggy y |
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Jorge con Maria c y mi hermano el Negro |
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Jorge y Yo |
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Zully, Susan, Jorge y Yo |
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Zully, Jorge y Yo |